El MNBA Neuquén recibe en días más la muestra itinerante del patrimonio del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires compuesta por obras pertenecientes a algunos de los más importantes artistas plásticos latinoamericanos.
Por Oscar Smoljan, director del Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén
A partir del 25 de enero de 2013, cuando ese torbellino del arte que ha sido la muestra de Marta Minujín haya dejado nuestra ciudad pero no nuestra memoria, el MNBA Neuquén recibirá la muestra itinerante del patrimonio del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), compuesta por obras pertenecientes a algunos de los más importantes artistas plásticos latinoamericanos.
Neuquén será la primera ciudad a donde recale esta exposición que reúne a los más emblemáticos referentes del arte moderno de mediados del siglo XX en adelante, en una colección que pocas veces se ha visto y se verá en nuestra región.
La lista completa de artistas cuyas obras veremos en nuestra ciudad incluye a Carlos F. Sáez, Faustino Brughetti, Emilio Pettorutti, Rafael Barradas, Xul Solar, Manuel Rendón Seminario, Emiliano Di Cavalcanti, Pedro Figari, Agustín Lazo, Alfredo Guttero, Antonio Berni, Miguel Covarrubias, Juan Battle Planas, José Cuneo, Cándido Portinari, Roberto Matta, Héctor Poleo, Juan del Prete, Joaquín Torres García, Juan Melé, Carmelo Arden Quin, Enio Iommi, Roberto Aizemberg, Martín Blaszko, Hélio Oiticica, Lygia Clark, Alberto Heredia, Jorge de la Vega, Ernesto Deira, Clorindo Testa, Rubén Santantonín, José Gurvich, Rubens Gerchman, Emilio Renart, Antonio Dias, Luis Camnitzer, Claudio Tozzi, Ricardo Garabito, Nicolás García Uriburu, Antonio Seguí, Marcia Schvartz, Oscar Bony, Rogelio Polesello¸ y León Ferrari.
Este vínculo cooperativo entre el MNBA Neuquén y el MALBA, que preside el empresario y coleccionista Eduardo Constantini, es el reflejo de una colaboración establecida entre dos instituciones muy similares aunque diferentes en su origen. Mientras el primero es estatal, el segundo es privado. Pero esta es al parecer la única diferencia, que lejos de apartarlos los complementa.
Ambos son museos nacidos al calor de la crisis de fin de siglo en la Argentina, ambos caminan el sendero del arte contemporáneo, el arte conceptual, el arte cinético y las vanguardias geométricas de los años 40, y ambos ocupan edificios diseñados y construidos para ser museos de arte.
También, los proyectos arquitectónicos de los dos museos han sido galardonados y distinguidos en diferentes ediciones de la Bienal Argentina de Arquitectura, por la calidad de su diseño y construcción.
Este intercambio refleja un hecho que desde hace muchos años viene marcando el arte y es la asociación de los sectores públicos y privados con fines culturales en beneficio del ciudadano. Pero también refuerza la idea de la itinerancia como una forma más de federalizar el patrimonio cultural nacional, sea éste del estado o de una institución privada.
Itinerar las colecciones es llevar el arte a los cuatro puntos cardinales, pero también es hacer conocer el museo de origen, la ciudad que lo alberga y también la gente que lo sostiene, la sociedad que le da vida diariamente al visitarlo.
FUENTE: diario Río Negro