Luis Sapag expuso sobre la vida de Valentín Sayhueque

100_2396Ayer (13 de mayo) en el Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén el diputado provincial Luis Sapag ofreció una charla sobre uno de los caciques más importantes del siglo XIX que vivió en Neuquén: Valentín Sayhueque  (1818 – 8 de septiembre de 1903).

Destacó que no hay coincidencia entre los autores que han tratado la etimología de su nombre. Su nombre se recogió en diversas formas: Sayhueque, Saihueque, Shaihueque, Shailhueque, Sayeweke o Choeque según George Musters, entre otros nombres.

Su padre era el cacique Chocorí (las fuentes difieren, ya que se lo menciona a veces como un mapuche chileno y otras como tehuelche) y su madre era tehuelche.

Sapag expresó que «para los tiempos de su nacimiento Juan Manuel de Rosas ya presentaba su proyecto de lucha contra los pueblos de la Pampa y la Patagonia a la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. La idea de Rosas era avanzar hacia el sur del río Colorado y remontar el río Negro para dominar a los pueblos mapuches y tehuelches, ya sea originarios de la región o procedentes de la Araucanía en Chile».

En ese clima nació Sayhueque, cuando los ganaderos de Buenos Aires impulsan el avance hacia los territorios pampeanos bajo control indígena, la idea del exterminio o expulsión de los indígenas en nombre del avance de las fronteras y la civilización fue patrocinada por Julio Argentino Roca, que en 1878 desestimó la posesión del País Mapuche por la fuerza, pero puso distancia entre su palabra y los hechos que promueve; Estanislao Zeballos que estudió la Pampa y la Patagonia y aconsejaba ganarse la amistad y la confianza de Sayhueque, pero a la vez consideraba que se debía ser implacable con los pampas, puelches, ranqueles y salineros; Napoleón Uriburu que decidió cruzar el río Neuquén y hostilizó y persiguió a los mapuches.

Saiweke lo escribe Lehmann Nitsche; Chaihueque, Félix San Martín quien lo traduce como «padre» o «dueño de ovejas»; Sayewecke, Tómas Harrington quien lo interpreta como «lanar florecido» y finalmente para Gregorio Álvarez tiene los siguientes significados, «jabalí nuevo o joven», «grito del carnero de la tierra» y «nuevo jefe de los flecheros».

Gobierno de las Manzanas

Las buenas relaciones y la paz predominaban bajo la férrea jefatura de Sayhueque y se extendía a varios caciques y capitanejos del Neuquén que entonces se denominaba “País de las Manzanas”. Tenía fama de hospitalario y poseedor de riquezas expresadas en ganado, caballadas y platería.

Reconocido como autoridad por Buenos Aires, era amigo y compadre de Francisco Pascasio Moreno. Residía en Caleufú y sus relaciones con el gobierno eran buenas, porque los “manzaneros” eran ganaderos y cultivaban sus fértiles tierras y no participaban en los malones directamente, sino como intermediarios comerciales con Chile, Sayhueque además se consideraba argentino. Por otra parte, Roca quería evitar que sus 5.000 lanzas apoyaran al renombrado Manuel Namuncurá (hijo del temible Calfucurá y padre de Ceferino Namuncurá) que dominaba la región pampeana con sus malones, y a quien había logrado neutralizar militarmente en la primera etapa. En 1863 firmó un tratado de paz con el gobierno de Buenos Aires.

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Por 1870 fue visitado en sus toldos manzaneros del sur neuquino por el marino y explorador inglés George Chaworth Musters. Estuvo varios días con su comitiva tehuelche y fue muy agasajado. “El gran Choeque (así lo escribió Musters en su libro) hombre de aspecto inteligente, como de treinta y cinco años de edad, bien vestido con poncho de tela azul, sombrero y botas de cuero”. Coincidió la visita con un parlamento en el cual se rechazó la propuesta de Calfucurá de un malón a Bahía Blanca. “Este cacique tenía plena conciencia de su alta posición y de su poder; su cara redonda y jovial, cuya tez, más oscura que la de sus súbditos, había heredado de su madre tehuelche, mostraba una astucia disimulada, y su risa frecuente era algo burlona” diría Musters, quien fue despedido amigablemente. En 1872 visitó a Sayhueque el mayor Mariano Bejarano enviado por el gobierno a «tomar todos los datos posibles sobre el número de indios que haya en esa parte y trayecto que siguiere, calidad de los campos, clase y situación de las aguadas, etc., y todo cuanto pudiere interesar al conocimiento de esas regiones». Bejarano fue testigo del rechazo por Sayhueque del ofrecimiento de dos banderas que le traía un emisario del ejército chileno: «el Cacique las devolvió, diciendo que él era argentino».

Pero quien tal vez le expresó el mayor aprecio y lo distinguió con su amistad fue el después perito Francisco P. Moreno, su compadre, a quien en cierta ocasión lo retuvo medio secuestrado, aunque no por propia decisión sino por intervención de sus consejeros, que no querían que Moreno pasara a Chile. De su primer viaje y entrevista en 1875 anotaría después: “Shaihueque es un indio de raza pampa y araucana, bastante inteligente y digno de mandar en jefe las indiadas… es el jefe principal de la Patagonia y manda las siete naciones que viven en esos parajes: araucanos, picunches, mapuches, huilliches, tehuelches, agongures y traro huiliches”. Tal vez su aureola de nativo pacífico tuvo algo que ver con aquella expresión de su padre de no enfrentarse con los blancos pues sus ropas de infante habían sido cristianas, lo que no debía olvidar.

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