Pinturas de Xul Solar en la 55° Bienal de Venecia

Xul_Solar_CLAIMA20130528_0152_4Con trabajos poco conocidos, como sus juegos e idiomas inventados, títeres para adultos o recortes con los que arma una cosmogonía propia, el artista formará parte de un museo imaginario que aspira a reunir todo el saber de la humanidad.

EN VENECIA. Desde el 1 de junio, obra desconocida de Xul Solar será exhibida, por ejemplo esta «Selección de cartas de Panlengua».

Lejos de sus pinturas, con sus obras menos características y más especiales, Xul Solar participará junto a 150 artistas de 38 países de «El palacio enciclopédico», la exhibición central de la 55° Bienal de Venecia que tiene a Massimiliano Gioni como curador y director artístico. El proyecto, que convocó a las tendencias artísticas más vanguardistas, está inspirado en el autodidacta ítaloamericano Marino Auriti, quien en 1955 propuso construir en Washington, por entonces una ciudad de edificios bajos, una estructura de 136 pisos que funcionara como casa del conocimiento humano, albergando los descubrimientos e inventos más importantes, desde la rueda hasta el satélite.

Crítico y curador nacido en 1973 en Busto Arsizio, el joven y pujante Gioni trabaja en la Fundación Nicola Trussardi de Milán y en el Nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York. Para la Bienal, convocó tabién a otra argentina, Varda Caivano, una joven pintora radicada en Londres. «Esta exhibición reflexiona sobre el impulso creativo y el sueño de un conocimiento global construido por artistas, escritores, científicos y visionarios; se pregunta qué es el mundo; y relaciona dimensiones, épocas y saberes de quienes imaginaron otras realidades», explicó Paolo Baratta, presidente de la Bienal.

Xul Solar (1887-1963) –que este 2013 se cumplan 50 años de su muerte es sólo una coincidencia–, participará con creaciones que se suman a ese conocimiento universal con 35 carpetas de recortes iniciadas en los años 40 organizadas por temas como fotografía; ciencia; tecnología; arte; arquitectura o bichos y plantas. Dentro de ellas hay información textual dedicada a la política local, regional e internacional; «como si armara la página de un diario nuevo, con tiras continuas de información donde va sumando datos a mano que todo el tiempo», dijo Patricia Artunado, curadora del museo Xul Solar, propietario de la obra del artista.

«Xul entra al Palacio Enciclopédico porque lo que él hace es recopilar un conocimiento del tipo universal de acuerdo a sus propias parámetros y áreas de interés presentes en esas carpetas, algunas de hasta 10 cm de alto, con cantidad de conceptos sobre los que constantemente está operando: selecciona, corta, les da una nueva organización», explicó Artundo. Y llega a la ciudad de los canales de la mano de un contemporáneo que explora cómo abarcar el conocimiento en forma no tradicional: «Gioni muestra a Xul como un creador, un artista que permite permanentemente distintas percepciones y lecturas de la realidad».

A un lado se verán reunidas por primera vez las 150 cartas de su Panlengua. Pintadas por él en acuarela, anverso y reverso, servían para determinar las posibilidades del idioma que ideó para unir las lenguas de América, Asia y Europa. El juego permite realizar combinaciones a voluntad, más alguna al azar, para formar palabras universales monosilábicas, en un idioma sin gramática, con base numérica. También estarán el «Títere de la muerte», un esqueleto de 2,17 metros de su teatro para adultos, de la vida o el destino; y el panjogo o panajedrez o pan-chess, otro juego que desarrolló en los años 30 mediante el cual sintetizó todo su sistema de aprendizaje.

El damero de 12 por 13 casillas también permite formar palabras, además de armonías musicales y problemas matemáticos mediante piezas móviles talladas en carretes de hilo algunas, pintadas al óleo, con signos zodiacales o letras imaginadas. El envío se completa con 29 cartas astrales que hizo sobre figuras que llamaron su atención, Arthur Rimbaud, Pablo Picasso y Samuel Newton entre otros. «Estas cosmologías personales, estos delirios de

conocimiento, promulgan el desafío de conciliar el yo con el universo, lo subjetivo y lo colectivo, lo particular con lo general y al individuo con la cultura de su tiempo», resume un texto del Museo Xul Solar, responsable del envío que llega a la ciudad de los canales con apoyo de Secretaría de Cultura de la Nación.

En la imaginaria enciclopedia veneciana de Gioni se sumará la voz en off del estadounidense Daniel E. Nelson leerá en neocriollo, otra de las lenguas artificiales de Xul Solar, «pensadas para Latinoamérica como una fusión entre el portugués y el español a inicios de la década del 20. Las ilustraciones de «El Libro Rojo de Jung» abrirán El Palacio con otras visiones, las que fueron la columna vertebral de todo el trabajo del psicoanalista austríaco; por eso las visiones de realidades extraordinarias del argentino completan la exhibición.

Un dato curioso: El hilo de Ariadna, la editorial del Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Malba) publicó «El libro rojo de Jung» en 2010 y poco después «Los San Signos. Xul Solar y el I Ching». Este habitante de lo oculto, amigo inclasificable de Jorge Luis Borges, viajero incansable, poeta, artista, astrólogo y ludómano, recorrió Europa de 1912 a 1924 conviviendo con la nueva plástica, literatura, filosofía, saberes no tradicionales como el esoterismo y las vanguardias que atraparon su espíritu libre.

«Duodecimal y católico (ca: cabalista, tro: astrólogo, li: liberal, co: cooperador). Recreador -no inventor-«, había escrito en un artículo autorreferencial Alejandro Xul Solar, antes, Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari, y finalemente Xul Solar, a secas.

Fuente: Télam

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