Presentaron «La Patagonia contada. Otro imaginario en la narrativa de mujeres». El eje es la construcción de un espacio desde la mirada de la mujer,
La multitud de voces confunde en ocasiones el mensaje o la particularidad de cada relato. Se pierden en el sobrecargado mapa contemporáneo de discursos. Es necesario entonces tomarse el tiempo para escuchar, leer y deshilvanar la condensación de los significados. Esta es la tarea de muchos investigadores, como el caso de Adriana Goichochea, quien presentó en el vicerrectorado de la Universidad Nacional del Comahue, el libro «La Patagonia Contada. Otro imaginario en la narrativa de mujeres». Un libro que arroja una mirada crítica sobre la subalternidad y la marginalidad de algunos relatos que forman parte de nuestra cultura.
En entrevista con el diario «Río Negro», la autora –docente e investigadora de la Universidad Nacional del Comahue– comentó cómo surgió el proyecto.
«La idea del libro surge primero porque yo vengo trabajando desde hace bastante tiempo sobre esta temática. Tenía un corpus de investigación ya bastante importante que habilitaba la posibilidad de la publicación. Responde también a proyectos de investigación y por otro lado, a una tesis de maestría. Entre estas dos últimas encontré que había ahí la posibilidad de construir un único formato», explicó Goichochea.
Esta nueva obra se elucubra sobre una interesante temática contemporánea. «El libro tiene un eje ordenador que es la construcción de un espacio Patagonia desde la mirada, en principio de la mujer, y fundamentalmente desde la mirada de la mujer que se encuentra tanto en la literatura, en textos ficcionales como por ejemplo del de Leopoldo Brizuela o María Sonia Cristoff, que son novelas, que son relatos, que son así condicionados, como en el diario de mujeres. Diario que a veces puede ser autobiografías o bien cartas, es decir, tienen diferentes modos o formas de presentarse pero que en definitiva responden a un valor autobiográfico», puntualizó la autora.
El planteo subyacente encierra una postura bien clara con respecto al papel de la crítica y de la teoría con respecto al impacto de estas sobre el mundo y la cultura.
«El libro es en principio un libro de teoría y crítica. Primero demuestra el potencial que tiene una teoría como son las teorías de género para hacer una lectura de los relatos. Casos ficcionales, no ficcionales, no importa la clasificación. En segundo lugar, muestra también que la crítica es un modo de leer. Y que desde la perspectiva de género uno puede juntar o establecer otros modos de leer. Ese modo de leer no es un modo de leer inocente. Sino que sobre todo, lo fundamental de leer desde la perspectiva de género es que permite convertir y trabajar con una crítica descolonizadora, que es una crítica literaria nos habilita a mirar los imaginarios desde otro lugar, y entender y a fundar otros imaginarios. Entonces no afecta solo a la literatura, afecta a la cultura, y afecta e impacta sobre nuestra manera de vivir, sobre nuestra manera de posicionarnos en el mundo», puntualizó la investigadora.
En la práctica, esta perspectiva teórica y crítica supone movimientos de análisis que arrojan nueva luz sobre cómo se generan estos imaginarios de la cultura. Al respecto la autora ofrece un ejemplo, que es también la postura del libro.
«Un ejemplo es la construcción del espacio Patagonia. Primero se llama la Patagonia Contada porque es una Patagonia que siempre ha estado contada desde un lugar. Y que siempre es contada desde un lugar. La propuesta del libro es que la Patagonia contada desde el propio espacio patagónico y desde quienes lo habitan tiene otra manera de ser. Hay una diferencia entre el ser, que es la identidad, y «el estar en». El estar en la Patagonia genera una relación de identificación diferente con el espacio. No es la Patagonia contada desde los lugares externos, sino desde el «estar en», que significa a veces el estar de aquellos que están en el margen. ¿Y quiénes están en el margen? Los que así se sienten, que a veces se sienten desterrados, exiliados. O en el caso particular de pensarlo desde la perspectiva de la mujer, o la mujer fundamentalmente, que en la escala de las marginalidades, de la subalternidad, ha ocupado el último lugar», relató Goichochea.
Una nueva obra para pensar y repensar ciertos lugares, ciertos conceptos, a la vez que conocer nuevas voces de la cultura. El libro se encuentra a la venta en la librería de Moreno y Alsina a un valor de noventa y cinco pesos.
FUENTE: diario Río Negro