Falleció Eduardo Falú, el gran guitarrista

imagenMurió a los 90 años. Tuvo una gran producción como compositor. Hasta ayer era vicepresidente de Sadaic, a la que ingresó en 1950.

Fue autor de decenas de discos cuya música recorrió el mundo.

Eduardo Falú, el gran guitarrista, de un talento admirable, el gran compositor que llevó nuestra música a todo el mundo, el intérprete de la voz grave, pausada, expresiva, falleció ayer a los 90 años, según informó Sadaic.

En las décadas del 50 y del 60 la música folclórica argentina tuvo un auge excepcional y don Eduardo Falú fue uno de los responsables de ese entusiasmo, de ese reverdecer del gusto de la gente por nuestra música. Cada chico o adolescente con una guitarra quería copiar los acordes, las armonías, la increíble sonoridad del genial, único e irrepetible gran maestro.

La digitación, la sobriedad, la calidad en el sonido de la guitarra de don Eduardo son admirados por grandes guitarristas de todo el mundo y por el público en general.

Su prolífero talento de compositor lo inicia con César Perdiguero: Tabacalera, India madre, Albahaca sin Carnaval y lo continúa con su gran compañero de ruta, Jaime Dávalos: Zamba de La Candelaria, Las golondrinas, Trago de sombra, Rosa de los vientos, La verde rama, El silbo del zorzal, Cuando se dice adiós, Canción del litoral, Zamba de un triste, La Nostalgiosa, Cueca del arenal, Canto al sueño americano, Canto a Rosario, Resolana y muchos otros títulos.

Y también compuso con autores de la talla de Manuel J. Castilla, Buenaventura Luna, Rolando Valladares, Albérico Mansilla, Marta Mendicute, León Benarós, e incluso Jorge Luis Borges, con quien compuso «José Hernández», y con Ernesto Sábato «Romance para la muerte de Juan Lavalle». También su Suite Argentina, para flauta traversa, corno y orquesta de cuerdas es una obra notable.

Sadaic difundió ayer el anuncio de su muerte y se planteó «cuánto se puede decir de este indiscutido maestro de la guitarra de la música y de la vida. Cuánto podemos escribir que resulta imposible contener en una biografía convencional. Sólo podemos detenernos a escuchar su música y a sentirlo más grande cada día».

Fue hasta el día de su muerte vicepresidente de Sadaic, «sociedad a la que ingresó el 6 de diciembre de 1950 y donde tiene registrado 206 obras. Sociedad que se enorgullece de haberlo tenido como socio, como directivo y como ejemplo. Y donde deja amigos que lo van a extrañar».

Dice la sociedad en su texto «Don Eduardo Falú, querido maestro, qué difícil resulta despedirlo».

Falú, reconocido por sus pares y en los más destacados ámbitos de la música, lanzó decenas de discos que tuvieron la mejor llegada al público selecto del folclore, porque dentro del género se destacó por la calidad de sus trabajos, la profundidad de sus letras y lo exquisito de su música. Falú era uno de los pocos sobrevivientes de la época de gloria del folclore argentino que tuvo allá por los 60 a sus grandes exponentes con reconocimiento internacional.

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