Descubren en Argentina nueva versión de famosa cinta muda de Buster Keaton

1831405Escenas desconocidas de «El herrero», de 1921, aparecieron en Argentina y serán mostradas el sábado en las Jornadas del Cine Mudo de Pordenone, Italia.

Uno de los cortos más famosos del gran cómico norteamericano Buster Keaton, «The Blacksmith» (El herrero), ha resurgido en una nueva versión procedente de una cinemateca argentina y tendrá su estreno mundial el próximo sábado en la clausura de las 32° Jornadas del Cine Mudo de Pordenone, al nordeste de Italia.

El argentino Fernando Peña, gran coleccionista que con su socio Fabio Manes había comprado un lote de películas de 9,5 mm, el formato usual para uso doméstico, desde donde apareció este corto, como lo detalla la revista Variety.

En un principio ni Peña ni Manes habían prestado atención a la película, dado que creían que era una simple copia de este clásico de Keaton, visto y revisto docenas de veces, hasta que proyectándolo en su casa, Peña se dio cuenta de que la segunda parte del primero de los dos rollos era completamente diferente de la que circula actualmente por todas las cinematecas y en el segundo existía un gag eliminado en las demás versiones.

Peña, invitado por el festival a presentar su hallazgo, recordó todas las etapas del descubrimiento.

«Empecé a verlo solo en mi casa cuando de repente me encontré con escenas que no recordaba -contó Peña-. Le dije a mi novia que buscara una copia por Internet y que me describiera todas las acciones».

«Y efectivamente la segunda parte del primer rollo no existía en la versión común y corriente y además estaba filmada toda en exteriores, algo que no ocurría en la copia más conocida» prosiguió.

«Como la película tenía letreros en francés, pregunté a un experto, Serge Gromberg, si entre todas las versiones de que disponía el laboratorio Lobster, que él dirige, había alguna parecida a la que yo tenía en Buenos Aires y efectivamente encontró otras dos copias con las mismas escenas del primer rollo más un gag y una escena en el segundo, seguramente cortada por la censura francesa» agregó Peña.

«Lo más curioso es que en los archivos de Keaton no se dice nada acerca de estas dos versiones por lo que deducimos que una es una copia de trabajo que tuvo un estreno circunscrito y que fue mal recibida por la crítica del momento (1921), mientras la otra es la del estreno comercial del año siguiente, revisada por su autor» añadió el coleccionista argentino.

Peña, a través de su colaboración con el Museo del Cine, es responsable además de otros dos mayúsculos hallazgos de los últimos años: la copia casi completa de «Metrópolis» de Fritz Lang, con una veintena de minutos más que la versión corriente que todos han admirado desde hace más de 80 años, y la fragmentaria de «Moy sin» (Mi hijo) de 1928, lo único que queda de la obra de uno de los maestros del cine mudo soviético, Ievguieni Cherviakov, que Pordenone presentó el año pasado.

«Para mí estar en las Jornadas del Cine Mudo es un sueño del pibe hecho realidad -declaró Peña- y ver de las nueve de la mañana hasta bien pasada la medianoche todas estas películas que, para mí, eran nombres nada más de la historia del cine, es una oportunidad mayúscula para todos los que amamos el séptimo arte».

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