«Novelas ejemplares», una adaptación a historieta de la obra de Miguel de Cervantes Saavedra reinterpretada por jóvenes guionistas y dibujantes de Argentina, Uruguay, Brasil, Francia y España, aparece en esta nueva edición en forma de picaresca moderna.
A 400 años de su publicación original en 1613, el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) y la Embajada de España fueron artífices de la adaptación de las «Novelas Ejemplares» de la mano del colectivo editorial Mojito y del editor Alejandro Farias, que además de ser autor de tres guiones, eligió las duplas que reescribieron las obras del legendario Manco de Lepanto.
«Se trata de hacer bailar la novela corta del siglo XVII con la novela gráfica del XXI. Plumas y lápices -diferentes softwares- nos permitirán disfrutar de delirantes, absurdos, conmovedores y variopintos comportamientos humanos recreados por Cervantes a través de doce historietas cargadas de talento», cuenta Ricardo Ramón Jarne, director del CCEBA, sobre estos relatos largos que van de lo más idealista a lo más realista.
Así, «La gitanilla» representa la libertad del amor en un mundo donde la humanidad está programada y controlada; en «Rinconete y Cortadillo», dos pungas que roban en trenes conocen a otros delincuentes de poca monta, integrantes de la cofradía religiosa encabezada por el brasileño Monopodio, y en «El licenciado Vidriera», dos eruditos con mucho humor zanjan dudas en unas viñetas al pie de página.
En esta versión, «La ilustre fregona» es un narcocorrido con tiros, drogas, connivencia policial, traiciones y enfrentamientos por el amor de una chica prohibida; mientras que en «El casamiento engañoso» el universo más decadente del rock toma por asalto la traición femenina; en tanto, «La señora Cornelia» deja de ser una damisela en apuros que busca a su duque.
«La idea era acortar las distancias que hay hoy entre el lenguaje de Cervantes y la riqueza de los textos, si se limpia un poco el escollo del lenguaje para centrarse en la problemática son personajes muy ricos, con mucha vida. Eso se notaba en las novelas donde la adaptación fue más libre y solo se tomó el eje del problema», cuenta Farias a Télam.
Esto sucede porque las «Novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento», tal fue su título original, que fueron escritas con un carácter didáctico y moral tienen una estructura narrativa «muy fuerte, cierran muy bien y entonces es muy difícil hacer una historia trunca», grafica el editor, licenciado en Letras y codirector del sello Loco Rabia.
Además de Farias, guionista de las ilustraciones de Muriel Frega, Otto Zaiser y Víctor Zelaya, también firman las duplas de Thomas Dassance y Marcos Vergara, Federico Grunauer y Hurón, Federico Reggiani y Fabián Zalazar, Diego Cortés y Leo Sandler, Luciano Saracino y Infame &Co., Rodolfo Santullo y Lisandro Estherren, Javi Hildebrant y Diego Rey, Roy y Maco, Denny Chang y Jozz.
«Cada uno encontró la vuelta para volverla creíble en esta época», subraya Farías, como el trabajo de Federico Reggiani (La Plata, 1969) quien junto a Zalazar (Quilmes, 1969) le dieron vida al desopilante Licenciado Vidriera, el hombre que tras comer un membrillo supuestamente afrodisíaco se cree que es de vidrio.
El gran hallazgo narrativo es que el guionista introdujo en cada página a dos hombrecitos eruditos que explican, divagan, buscan referencias y hacen guiños picarescos con el lector, mientras que en el resto de las viñetas, Tomás Rodaja enloquece, dice las verdades que nadie quiere escuchar y es motivo de burla, conformando dos lecturas entrelazadas, agudas y divertidas.
«Hay otras puntos de conexión en el libro como el recurso de la telenovela y de México (como `Las dos doncellas` y `La ilustre fregona`) que funciona volviendo más irónica la visión del texto», explica Farías, sobre el grado de dificultad de transpolar historias de 400 años de antigüedad, que fueron la introducción de la novela como género en lengua española, en guiones de historietas.
«En algún punto los guionistas pensamos: ¿en qué nos metimos? porque parecía inabarcable. Yo tuve la suerte de adaptar tres historias y jugar con recursos diferentes. Finalmente, aprendés la importancia de un argumento fuerte y te das cuenta de la genialidad de Cervantes», reconoce.
Aún con asuntos universales que se entrometen en el alma y el comportamiento humano e incluso desmalezando un lenguaje arduo para la actualidad, Farias sostiene que hubo otro desafío a la hora de adaptar: «tuvimos que pensar el rol de la mujer y cómo cambió a lo largo de los siglos, hoy en día no se piensa de la misma manera».
«En todas las novelas está la mujer, la castidad, el libertinaje y casi todos los personajes se mueven para tener relaciones, casarse o levantársela. Eran novelas cortas y morales, tuvimos que encontrar la manera para releerlas desde la actualidad y trasladar cada problemática. La mujer como objeto es una mirada imposible hoy en día», dice el editor.
El resultado es un libro de 248 páginas de pura y creativa reinterpretación cervantina sobre las peripecias de sus personajes en espacios, lenguajes, roles y tiempos variados.
Este volumen, que viajará a todos los centros cervantinos del mundo, muestra cómo una docena de novelas escritas entre 1590 y 1612 actúan como fuente de inspiración y permiten reconstruir artísticamente y con un lenguaje más popular universos diferentes, complejos, divertidos, igualitarios y modernos. (Télam)