Jesús, según pasan los años. Mel Gibson dio una visión cruel, hace diez años. Franco Zeffirelli edulcoró la Pasión de Cristo. Llega una nueva versión.
Pasado mañana, Jueves Santo, estrena Hijo de Dios, una nueva película sobre la vida y, más que nada, la Pasión de Cristo. A años de que pasaran Rey de reyes toooooodas las Semanas Santas por la tele, llega esta película estadounidense, que contó con mucho apoyo de las comunidades religiosas en su país de origen cuando se estrenó allí, hace un par de meses.
La película de Christopher Spencer aborda un tema que nunca pierde actualidad. Ahora, la discusión no pasaría por las interpretaciones bíblicas -como pasa con Noé, con Russell Crowe, actualmente en cartel-, sino por su protagonista, un Jesús carilindo, estilizado, interpretado por el portugués Diogo Morgado.
Entre lo épico y el drama, el filme cuenta la historia del Nuevo Testamento con la vida de Jesucristo “como nunca antes se había visto”. Pero no como lo hizo Mel Gibson en La Pasión de Cristo, estrenada hace justo diez años, en la que la crueldad con la que era tratado Jesús, antes y durante la crucifixión, no tiene parangón alguno.
Como tampoco lo tenía el J esús de Nazareth (1977), de Franco Zeffirelli, que aquí conocimos en los cines, dividido en dos partes, pero que en su origen era una miniserie de 382 minutos, y bastante light.
Hijo de Dios, entonces, estaría entre la brutalidad y ferocidad de Gibson y la más bondadosa versión del florentino Zeffirelli.
Con música de Hans Zimmer (El Rey león, Gladiador, Rain Man), hay quienes destacaron el respeto en la interpretación, y otros que llegaron a rotular a Morgado como “el Cristo más sexy de la historia”. El portugués había sido Jesús en cinco episodios de la serie La Biblia (2013), que también había dirigido Spencer.