El joven pintor Gastón Pereyra inauguró anoche en la Sala de Arte Emilio Saraco. Gran cantidad de público estuvo presente en el evento, el que contó además con la presencia de un dúo de músicos mapuches. El artista, en su búsqueda, trabaja con los símbolos de los pueblos originarios los que plasma en la tela con la misma fuerza y primitivismo con los que fueron originalmente generados. No es fácil recrear el arte mapuche, sin embargo, Pereyra ha sabido reinterpretar ese universo vital, simbólico y mágico. Que rescate a los primeros artistas de Neuquén es un desafío que no le ha quedado grande. Es bueno que Pereyra pinte y no se distraiga en modas intrascendentes y pasajeras.