Entrevista con Teresa Parodi, la nueva Ministra de Cultura.
Por Patricia Kolesnicov (Revista Ñ)
Hay clima de cambio en la Secretaría de Cultura. Gente, sobre todo mujeres, en vaqueros, con pantalones rosados, con rulos, con teléfonos en las manos, con remeras que dicen, por ejemplo, “Manos argentinas”. Hay clima de provincia, se diría, en Alvear y Rodríguez Peña, en la tonada, en la amabilidad, en el volumen de las voces. Así se entra al que siempre fue el despacho de los secretarios de Cultura de la Nación y ahora es el de la ministra de Cultura, porque ahora –viejo reclamo del sector –Cultura es Ministerio. Y al frente está Teresa Parodi, esa cantante entrañable que viene contando el litoral con sus dulzuras y sus dolores y está Teresa Parodi, la directora del ECuNHi, el Espacio Cultural de Madres de Plaza de Mayo, y la militante convencida de que el kirchnerismo es “el proyecto nacional y popular” y que la creación del Ministerio es corolario de una serie de buenas políticas. Aunque se haya hecho de golpe, aunque se haya hecho por decreto, aunque no le hayan dado tiempo ni de pensar en qué quería hacer antes de convocarla a hacerlo.
Aquí está Teresa Parodi, su hablar melódico, su emoción (y en un rato, su indignación) enormes, coloridas, litoraleñas. Dice que está aterrizando, que en principio quiere continuar con lo que hay. Por eso, en estos días confirmó a todos los directores nacionales, como el ya histórico Rodolfo Hamawi, en Industrias Culturales, y también a Franco Vitali, el hombre de La Cámpora que es subsecretario de Políticas Sociocultures y que hace un par de años promovía, en las escuelas, los talleres políticos en los que se vinculaba al Eternauta con Néstor Kirchner.
Parodi, además, nombró como jefa de Gabinete a Verónica Fiorito, que fue directora de Pakapaka y de Canal Encuentro. Hay más equipo, dice, más jóvenes. Pero todavía no puede dar sus nombres porque no están desingados.
“Yo estoy aterrizando, lo que sé que quiero hacer es continuar lo que está y lo que quiero hacer es un Ministerio ágil.” Claro que está aterrizando: el miércoles pasado el país amaneció con un Ministerio de Cultura creado por decreto y con Parodi de ministra. Ella misma lo sabía hacía pocas horas. Hacía pocas horas que su antecesor, el secretario de Cultura Jorge Coscia, se había enterado de que se iba.
–Dice que quiere continuar políticas…
– Creo que hay políticas buenas, de llegada a todo el país… En el interior se han hecho cosas con escenarios que llegan a todo el país. Por ejemplo el Instituto Nacional de Teatro tiene cinco móviles.
–Lo dirige su hijo Guillermo…
Estaba de antes… Estaba haciendo un trabajo muy interesante. Antes, cuando yo era chica, llegaban a los pueblos pequeños solamente los circos. Y se armaba un revuelo, era una alegría… Entonces, ahora él me cuenta lo que pasa: “Mamá, no sabés, llegamos, el pueblo se alborota…”
–¿Entonces qué piensa hacer?
– Haré una política con una mirada vinculada al mandato que recibo de la Presidenta y que quiero asumir por coincidencia absoluta con el sentido con que ha mirado este gobierno la cultura y el rol que le ha dado.
–¿Qué le pidió la Presidenta?
Me dijo que lo que quería era llegar hasta los más pequeños rincones. Dejar una huella muy fuerte del lugar de la cultura
–Lo que no se entiende es la urgencia en la creación del Ministerio y por qué hacerlo por decreto.
-No es de un día para el otro, estoy convencida. Era el tramo que faltaba nomás. Esto es lo que a gritos se sabía que iba a hacer y lo hizo. Creo que ella utilizó ese mecanismo de crearlo porque bueno, era como crónica de un final adelantado.
–Usted no lo sabía, Coscia se enteró poco antes… ¿qué pasó?
-Eso ya no puedo decirte. Creo que era obvio que un día nos íbamos a despertar e iba a estar creado el Ministerio. Yo agradezco que me haya puesto pero lo que importa es, más que nada, la creación de este Ministerio.
–Igual una elección de una persona es una intención, la elección de un perfil determinado.
Es una señal. Soy una persona del interior, el país entero lo he caminado mucho, no hay rincón pequeño donde no haya estado cantando y creo que tal vez represento un sector de la cultura, de la música de raíz, pero no quiere decir que yo vaya a venir a responder solamente a eso. Quiero articular políticas que salgan a buscar otros espacios para hacer en conjunto, ensanchar los horizontes.
–Una de las grandes críticas a la gestión anterior y un poco a lo que pasa en Tecnópolis, es que se han convertido en espacios de propaganda.
–Vos sabés que yo tengo otra lectura de eso, no quiero ahondar en ese tema porque estoy recién asumida en funciones.
–Le pregunto para el futuro.
-Muchas veces se cruza mal la información, a veces se dice que se quiere programar solamente a un sector y que se ignora al otro y no se dice, por ejemplo, que a veces se invita a gente que no es del sector y que no quiere participar porque no coincide.
–¿Eso pasó?
–Conozco a mucha gente que ha dicho “no” porque no piensa lo mismo y muchas personas que sienten que es dar un apoyo si vienen y es como aceptar las políticas con las que dicen no estar de acuerdo. Yo creo que tienen que estar siempre las puertas abiertas en todo lo que se haga.
–O sea, su política será de puertas abiertas.
–Eso es lo que yo creo y lo que yo voy a hacer, yo no puedo garantizar con esto que todos me van a decir que sí porque me parece que hay gente que definitivamente no quiere y hay mucha gente que apoya al gobierno y tampoco quiere, porque no quiere quedar como habiendo tomado una posición determinada. Cuando uno toma posición también sabe que hay un sector que te va a llamar a regañadientes, a todos nos ha pasado cuando vos pensás distinto. Esto no es algo de este gobierno, esto ha pasado eternamente y ha pasado en los pueblos más chicos, ha pasado en todos lados, quizás es una forma de relacionarse con la política y que habrá que pensar a lo mejor en cambiar otras cosas para que eso cambie. Yo misma cuando he dicho que algo no me gustaba después me costó decir sí.
–¿Y usted qué va a hacer?
-El 25 de mayo vamos a organizar un acto, estamos cerrando los nombres, hay gente que no ha dicho ni siquiera si está o no de acuerdo, que ha preferido no decir, y hay otra que otras veces ha preferido no estar y de golpe dice que sí, que va a estar. Esto que vos me estás diciendo es como que siempre se llama a los mismos, no es verdad, ahora yo desde mi gestión he llamado a un montón que no te puedo anunciar todavía porque se está cerrando, y de golpe gente que a lo mejor pensábamos que podía decir que no, dijo que sí. Es lo que otras veces me ha pasado como artista.
–Le estoy preguntando por la articulación entre cultura y propaganda.
-Creo que esta Secretaría no se ha puesto al servicio de la propaganda. Creo que decir eso es una barbaridad, no te quiero faltar el respeto, pero me parece mezquino. Ha habido políticas culturales inclusivas sorprendentes.
–Si uno le sacara una tonelada de carteles a Tecnópolis ¿no estaría mejor? O programas como Puntos de cultura, que financió revistas de La Cámpora. ¿Es el rol del Ministerio de Cultura hacer eso?
-Si se pagan los proyectos interesantes que se presentan de todos los sectores ¿por qué excluir? No conozco ese ejemplo puntual, pero si se financia un montón de cosas de distintas miradas, ¿por qué no incluir miradas coincidentes con la forma de mirar del gobierno? En cualquier gobierno de cualquier color se hace y se hizo siempre. Es histórico. Se apuesta a contar la mirada que ese gobierno tiene. Es más viejo que el mundo. Y por qué discriminar a lo que piensan como vos.
–Un tema pendiente es el del concurso por el director del Museo de Bellas Artes, que debió hacerse antes de diciembre. Ahora el museo está dirigido por la subsecretaria de Cultura, Marcela Cardillo. –
Esa fue una política del secretario anterior, es una de las cosas que voy a tener que pensar. Hay que llamar a concurso, es un tema pendiente. No te digo que lo voy a hacer mañana a la tarde…
–¿Y qué opina de la dificultad para exportar e importar libros?
-Tengo que profundizar. Estamos trabajando varios temas vinculados a los libros, pero tengo que profundizar…
