El acto oficial de los 110 años de la capital neuquina unió al gobernador Jorge Sapag y el intendente Horacio Quiroga en la exaltación del progreso de la ciudad más importante de la Patagonia, con algunas inevitables alusiones a lo coyuntural, siempre presente con ribetes conflictivos.
Los mandatarios de la provincia y la ciudad coincidieron en destacar lo positivo, y lo que está por venir, dejando entrever una posible coyuntura de confluencia entre ambos gobiernos, sobre todo, en lo que hace a inversión de la provincia en la capital, necesitada continuamente de infraestructura que respalde su crecimiento constante.
Sapag está en un momento clave de su gobierno, ya con el borrador del proyecto de ley petrolera del gobierno nacional, modificado después de la resistencia provincial, para considerar lo que se avizora como un acuerdo para terminar de afianzar un camino de desarrollo de inversiones en Vaca Muerta.
El intendente capitalino Quiroga, enfrenta en su gestión el desafío de nuevos ajustes en las tarifas de servicios públicos, cuestionados por deficientes prestaciones, sobre todo en el caso del transporte urbano. La empresa concesionaria, Autobuses Santa Fe, reclama llevar el boleto a no menos de 8,90 pesos. El Intendente admite que debe aumentarse, por la inflación, pero que ese nivel de tarifa “es disparatado”.
Al mismo tiempo, quiere mantener un intenso ritmo de obra pública, y en ese camino, se prepara para inaugurar sectores de esparcimiento y recreación importantes que terminarán de ubicar a la ciudad de cara a los ríos, una consigna que había lanzado durante su primer gobierno, en 1999.
Menos incómoda que en otros eventos públicos anteriores, ya con el futuro político más claro, la aparición en el acto de Sapag y Quiroga dejó la sensación de que se atravesará una etapa de fluidas relaciones entre las gestiones, por lo menos, de aquí a fin de año.
TEXTO y FOTO: diariamenteneuquen
