Desde hace cuatro años, el 12 de octubre es el Día del respeto a la diversidad cultural, como una forma de abarcar a las diversas vertientes que dieron forma a nuestra vida como país. Pero el tema de la evocación de los pueblos originarios siempre estuvo presente, aunque muchas veces no fuera muy visible. Eso está reflejado en algunas obras artísticas que la Ciudad conserva pero que suelen quedar inadvertidos en medio de la vorágine cotidiana. El mejor ejemplo es el monumento Los Andes, que el artista Luis Perlotti dejó como testimonio de aquel pasado indigenista y que aún puede lucir Buenos Aires.
Seguir leyendo