Libros, revistas, publicaciones del siglo XVIII y fotografías de hace más de 200 años componen la «Biblioteca Patagónica», uno de los legados que dejó el periodista y escritor Héctor Pérez Morando.
Resguardada en el Archivo Histórico Provincial espera que le designen un lugar para estar en funcionamiento.
Ayer se cumplió el primer aniversario del fallecimiento de Pérez Morando luego de una insuficiencia cardíaca irreversible a sus 85 años de edad. Se desempeñó como periodista, investigador, congresista, escritor y fue columnista del diario «Río Negro» durante 38 años. Entre sus actividades se destacó la de coleccionar material de relevancia histórica para la historia de la Patagonia. Fue así que fundó la Biblioteca Patagónica y la donó a la provincia. Funcionó en Villa El Chocón, donde el periodista pasó sus últimos 17 años de vida y luego de su muerte fue trasladada a Neuquén, a las oficinas del Archivo Histórico Provincial.
«Cuando Pérez Morando falleció, decidimos con su esposa que, siendo una biblioteca de la Provincia, se la traslade al Archivo Histórico, porque la verdad es que donde estaba las condiciones no eran óptimas», explicó Carlos Medina, director del Archivo. La Biblioteca había quedado alojada en un local del Museo de El Chocón.
Medina indicó que se limpiaron todos los libros, publicaciones y fotografías, se los inventarió y se los guardó en cajas para un «mejor resguardo hasta saber su destino definitivo».
Hay unos 5.800 documentos, de los cuales 3.600 son libros y el resto son revistas, publicaciones, artículos periodísticos, y fotografías. Todo el material está relacionado con la Patagonia y al sur de Buenos Aires, incluyendo documentos que datan del siglo XVIII. «Hay cosas novedosas. Con lo que este investigador fue juntando, Neuquén tiene una biblioteca única en la Patagonia», remarcó Medina.
Por el momento la Biblioteca está guardada por falta de espacio pero el objetivo es que desde la subsecretaría de Cultura se le designe un lugar fijo. Medina remarcó que de todos modos está a disposición del público para ser consultada. «Lo ideal sería que la biblioteca esté funcionando, pero quiero aclarar que el material no está arrumbado, de hecho estaba mal donde estaba. Acá limpiamos todo y le sacamos hongos que algunos libros tenían por el paso del tiempo», aclaró el director.
FUENTE: diario Río Negro.
