La obra de Minujín será la primera de muchas que se instalarán en la peatonal durante 2015
En 1965 un enorme cartel publicitario en la esquina de Florida y Viamonte interpelaba a los transeúntes con una pregunta: “¿Por qué son tan geniales? Bajo la frase, se podían ver las caras de los artistas Dalila Puzzovio, Edgardo Giménez y Charlie Squirru, todos ellos integrantes del Instituto Di Tella, cuya primera sede estuvo en la concurrida peatonal.
Hoy, la calle Florida es uno de los ejes comerciales de la ciudad pero el arte nunca se fue. Desde el sábado a las 11 habrá allí un Circuito Cultural que durante todo el próximo año hará que el arte y la cultura se crucen con lo cotidiano.
El Circuito inaugura en la Plazoleta Juvenilia (Florida 1000), cuando Marta Minujín descubra su Árbol de los deseos. Un árbol inflable de diez metros y colores flúo. Al lado habrá un buzón para que todos los que quieran metan en él un dibujo y un deseo. Al final, se elegirá un ganador que recibirá como premio un dibujo hecho por Minujín. “La idea es que esté ahí hasta que se desinfle’”, contó a Clarín la crítica de arte Ana Martínez Quijano, curadora del circuito junto a Gabriela Urtiaga. “Luego se lo podrá volver a inflar y se lo pondrá cada Navidad”.
Durante todo 2015, además de llenar los espacios ciegos de la calle con frases de escritores como Roberto Arlt o Manucho Mujica Láinez, 30 artistas desplegarán sus formas, mensajes y colores en la calle donde, allá por los años 20, en la elegante confitería Richmond, se reunían los integrantes del Grupo de Florida. Intelectuales como Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo, entre otros, que introdujeron en el país las vanguardias dominantes en la Europa del momento.
Dino Bruzzone presentará una instalación de una obra sobre el Italpark; Diana Aisenberg prepara cataratas de bijouterie que colgarán de los faroles que iluminan la calle; Elisa Strada intervendrá la peatonal con pasacalles; Andrés Paredes colocará coloridas mariposas de metal en los canteros y en el espacio aéreo y Delia Cancela hará un desfile con sus creaciones.
Además, habrá una muestra de fotografías en la que pasado y presente entablarán un diálogo: las míticas fotos de Horacio Coppola o Sameer Makarius se enfrentarán a las tomadas recientemente por Marcos Zimmermann o Alberto Goldstein.
Más: la artista Silvana Lacarra cubrirá las paredes de Harrods con óvalos de colores que brotarán a la calle como flores. “Algunas de las obras son perecederas y otras no”, explica Martínez Quijano, y cuenta que Gyula Kosize está preparando una escultura que “quedará en Florida para siempre formando parte del patrimonio”.
También se creará un Meeting Point, que estará a cargo de Juan Gatti, que instalará un cartel-objeto luminoso que será el punto de referencia iconográfico del Circuito.
Y claro, también habrá lugar para la música: Hernán Marina utilizará los balcones que dan a Florida para presentar coros sin previo aviso y sorprender a los que pasen por delante en ese momento.
El emprendimiento es idea –y obra– del Gobierno porteño con la Asociación Amigos de la Calle Florida.
“Los artistas jóvenes tienen que conocer a los precedieron y saber que son herederos de un gran patrimonio”, dice Martínez Quijano.
Es que, como sucede con la energía, el arte y la cultura no se destruyen, solamente se transforman. Lo hacen con el tiempo y, acá, con el objetivo de renovar la imagen de una calle creada en 1913, en la que la cultura nunca dejó de decir presente.
FUENTE: diario Clarín
