Ayer lunes, a las 20.30, en el Museo Gregorio Álvarez se inauguró la muestra de cómics, dibujo y pintura estilo manga-animé Parque Otaku Neuquén, un espacio destinado a conocer más sobre el arte oriental, con entrada libre y gratuita.
La propuesta llega de la mano del grupo Ota-quen (Otakus de Neuquén), integrado por jóvenes amantes de este género, y cuenta con el auspicio de la de la Municipalidad de Neuquén.
¿Quienes son los Otakus?
Los otakus (literalmente “fans”) son jóvenes de entre 13 y 25 años, amantes del animé. Admiran a esos dibujos de ojos expresivamente grandes, rasgos ágiles y aventuras variadas, que se difunden en papel o animación. A pesar de ser originarios de Japón, la cultura otaku se extendió por todo el mundo y llegó hace tiempo a Neuquén. “La idea es hacer eventos otakus con entrada gratuita. Queremos que toda la ciudadanía pueda participar”, contó Silvana Satori una de las referentes en Neuquén.
Los Otakus que habitan fuera de la tierra nipona, extienden sus ámbitos de interés a más aspectos de la cultura japonesa en todo sentido, participan en convenciones de animé y manga.
El manga, por su parte, es la historieta básica japonesa, el equivalente del cómic de la cultura norteamericana. En Japón, está muy incorporado en la lectura, y se difundió en todo el mundo: “Los lectores de manga están creciendo.
Manga, la historieta de Japón
Las historietas japonesas -los “manga”- son leídos por hombres y mujeres, niños y adultos de todo el mundo. Los temas van desde el romance y la guerra hasta la ciencia ficción y los negocios.
“La historieta es muy atrapante en su argumento, en los tipos de dibujos, las expresiones. Cuando empezás, no podés parar de leer», contó una otaku.
Las historietas y los dibujos animados llegan a las pantallas chicas de todo el mundo, con Pokémon y Dragon Ball a la cabeza.
«Vienen en grandes tomos, y muchos los podemos ver por la web. Hay páginas que los suben gratuitamente, y los ves capítulo a capítulo, como cualquier serie”, relató Silvana Satori.
Silvana Satori
Morena Soto
Cristián Guardia y Carolina Salanova
Walter Gabriel González (centro) y alumnos
