Los juegos del hambre: Sinsajo parte II
23 noviembre, 2015 |
Jennifer Lawrence se convirtió en la heroína de toda una generación de adolescentes fanáticos de la saga. En sólo 4 días, Sinsajo parte II fue vista por más de 300 mil personas en el país.
Los juegos del hambre: Sinsajo parte II, el final de la trilogía creada por Suzanne Collins y la película más adulta de toda la saga, está en boca de todos y rompe la taquilla argentina. Según el portal Ultracine, más de 300 mil personas ya vieron el film en tan solo cuatro días desde su estreno.
La historia de la escritora norteamericana muestra cómo lo que antes era llamado Estados Unidos es convertido en Panem, un país dividido en 13 distritos, todos gobernados por el Capitolio y el presidente Snow. Para demostrar su poder, todos los años organiza los Juegos del Hambre, en donde dos jóvenes de cada distrito son entregados como tributo a un reality show, del que sólo uno de ellos sale con vida y como premio obtiene una existencia llena de lujos.
Pochoclera: El director Francis Lawrence no escatimó en escenas de acción y el film es muy entretenido.
Cansados de los abusos y de los maltratos, los distritos se levantan e inician una guerra civil para librarse de las manos de Snow, utilizando como líder espiritual a Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), la joven que logró burlar al Capitolio y salir con vida de los brutales juegos, junto con su amante Peeta Mellark (Josh Hutcherson).
Sin embargo, el «Sinsajo» -nombre con el que identifican a la joven- deberá enfrentar otros dos inconvenientes: por un lado, busca recuperar la torturada mente de Peeta, quien ha sido secuestrado por Snow para modificar los recuerdos que tiene sobre ella y así llegar a odiarla; y por otro, lidiar con las pretensiones de la verdadera organizadora de la revolución, la líder del Distrito 13, Alma Coin (Julianne Moore). Eso no es todo, ya que en medio de esta revolución el amor de Katniss continuará dividido entre Peeta y Gale (Liam Hemsworth).
Francis Lawrence, el realizador de esta película (y de sus dos antecesoras En llamas y Sinsajo Parte I), no se guardó nada y a lo largo de las dos horas de duración lo único que se disfruta es acción:
persecuciones, explosiones, enfrentamientos con mutos (mutaciones de animales creadas por el Capitolio) y a la bellísima heroína de esta historia usando su arco y flecha.
Otro de los puntos fuertes de esta futurista lucha de clases es la utilización de increíbles efectos especiales para recrear algunas de las locaciones y poner en la pantalla al fallecido actor Seymour Hoffman (Plutarch Heavensbee), lo que también los obligó a cambiar dos escenas fundamentales del final.
A pesar de que la película respeta casi a rajatabla la trama del libro (salvo algunos detalles), quienes no lo hayan leído pueden comprender fácilmente el relato y lograr entretenerse. Sin embargo, no dejarán de sorprenderse con las repentinas vueltas que aparecen.
Una espera que valió la pena
A pesar de que mucho se habló sobre la decisión de hacer dos películas del último libro, hoy no suena tan desacertado. Es que tanto la primera (estuvo repleta de extensos diálogos entre los protagonistas y se abstuvo de la verdadera acción) como la segunda parte sirvieron para mostrar a fondo y estudiar las conductas de cada uno de los personajes, lo que será determinante para la épica conclusión. Punto a favor para Francis Lawrence y sus guionistas.