Hombre más anciano del mundo asegura que no hay secretos para llegar a sus 112 años: «Todo es de arriba». Un sobreviviente del Holocausto es actualmente el más hombre más viejo, tras la muerte de su contemporáneo Yasutaro Koide, el martes pasado. La persona más longeva sigue siendo una mujer de Brooklyn de 116 años. Krystal trabajó como fabricante de dulces.
JERUSALÉN.- Tras la muerte de Yasutaro Koide, el hombre más anciano del mundo, quien falleció el martes pasado a los 112 años en Japón, quedó la duda de quién sería ahora el hombre más viejo y al fin, hoy jueves, se supo la respuesta: Israel Krystal. El hombre, también de 112 años, es un sobreviviente del Holocausto y vive en Haifa, al norte de Israel, tal como informó hoy el diario Haaretz. Y el miércoles, tras el fallecimiento de su contemporáneo nipón, recibió una carta del Grupo de Investigación Gerontológico en la que se le informaba de su nueva condición y se le pedía un documento oficial para certificarlo como tal en las oficinas de los Record Guinnes. Según los datos de la organización, que se dedica al seguimiento de ancianos mayores de 110 años, no existe datos en estos momentos de ningún hombre que supere a Krystal en edad, pero para acreditarlo como «hombre más anciano del mundo» debe probar su fecha de nacimiento con un documento de sus primeros veinte años de vida. El problema está en que el único que atestigua su edad es un certificado polaco de matrimonio de cuando Krystal tenía 25 años, por lo que el grupo de trabajo debe plantearse ahora si flexibiliza sus reglas y lo acepta como válido, según el diario israelí. Nacido en la ciudad de Zarnow, en Polonia, Krystal fue enviado en 1940 al gueto de Lodz, y cuatro años más tarde al campo nazi de exterminio de Auschwitz, donde murió su primera mujer. En 1950 emigró a Israel acompañado de su segunda esposa y un hijo, donde rehicieron su vida. Por temor al mal de ojo, el anciano se niega a revelar el número exacto de descendientes que ha tenido y hace dos años, en una entrevista con el mismo diario, dijo que la longevidad es definitiva una cuestión de «buena suerte». Y a diferencia de Yasutaro Koide, que pregonaba mantenerse alejado del tabaco, el alcohol y los excesos para llegar a una edad longeva, Krystal comentó: «Cada uno tiene su propia fortuna. Todo es de arriba. No hay secretos». Con todo, la persona más anciana que vive entre nosotros sigue siendo la estadounidense Susannah Mushatt, una mujer de 116 años que vive en Brooklyn.