Seis voluntarios protagonizan un programa que está revolucionando a la TV inglesa. Mirá cómo consiguen camuflarse en el entorno.
La estantería de un negocio, el fondo de un café, una destartalada casilla en plena calle… Estos son los escenarios elegidos por Naked & Invisible (Desnudos e invisibles) para situar a los seis voluntarios que participan en este programa que está revolucionando el canal inglés Channel 4. Los participantes posan en ropa interior en el lugar elegido por la producción y dejan que un artista de pintura corporal los camufle en el entorno.
A partir de ahí llegan las sorpresas. Gente que ni siquiera los ve, otros que intuyen que hay algo raro frente a ellos y los que se llevan un tremendo susto al percatarse de que aquel armario es, en realidad, un persona de carne y hueso.
Cada caso reivindica una cosa diferente. Por ejemplo, Kate Austin, de 32 años, quiso demostrar que las fisicoculturistas pueden ser femeninas a pesar de todo. Taylor Crisp, de 19, simplemente quiere dejar de ser el centro de atención por tener una pierna amputada y desaparecer durante un tiempo a la vista de los demás.
Leyah Shanks es una bloguera harta de que los hombres la vean como un objeto sexual. Matthew, y su alter ego Morgan Fabulous, es una drag queen que también quiso deshacerse del maquillaje y las plataformas para experimentar la invisibilidad. El entrenador personal Ashley Lewis logró dejar de ser el centro de las miradas por tener un físico que llama la atención. Y por último, lo mismo buscó Alison Ward, un joven de 23 años que lleva todo el cuerpo lleno de tatuajes.
El experimento tuvo resultados diferentes, pero lo cierto es que después del susto inicial, la mayoría de la gente que se percataba del engaño visual aprovechaba para hacerse una selfie con los protagonistas. El programa, que se estrenó el pasado 5 de febrero, sigue cosechando la atención de millones de británicos que ahora, antes de tomar un producto de una estantería de un comercio miran a ambos lados para ver si puede haber alguien camuflado.
FUENTE: La Vanguardia
