Ya está en marcha el Premio Clarín-Zurich a la Educación

Post-Premio-Clarin-Zurich_0_0Los ganadores recibirán 440.000 pesos. El jurado analizó la propuesta de este año, que promueve proyectos de escritura y lectura en la escuela secundaria.
Con frecuencia se habla de las dificultades que tienen los estudiantes cuando escriben, cuando leen y cuando se expresan oralmente. Las causas de este problema y cómo enfrentarlo fueron tema de análisis de la reunión del jurado del Premio Clarín Zurich a la Educación que, en esta octava edición, está dedicado a la promoción de prácticas de lectura y de producción escrita y oral en las distintas disciplinas de la escuela secundaria.

“Lo que quizás no se advierte es que, muchas veces, las dificultades en la escritura están originadas en lecturas inadecuadas. Por este motivo, se impone la necesidad de que la interpretación de los textos de estudio ocupe un espacio en las prácticas docentes de todas las disciplinas y se establezcan relaciones más explícitas o más estrechas entre la lectura de la bibliografía y la producción de los propios textos”, sostuvo María Marta García Negroni, doctora en Ciencias del Lenguaje, directora del Centro de Escritura Universitaria de la Universidad de San Andrés e investigadora principal del Conicet.

En sintonía con su colega, Beatriz Hall –lingüista especialista en lectura y escritura académicas y profesora e investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora–, se distanció de ciertas posturas tradicionales respecto de la lectura y la escritura. En este sentido enfatizó que la lectura no es una práctica que los estudiantes adquieren de una vez y para siempre en la primera etapa de su formación y que la escritura no es una simple transcripción de lo que se quiere decir o una mera traducción de las ideas que “se tienen en la cabeza”.

“La lectura –argumentó Hall– requiere de un aprendizaje permanente, porque los textos que se leen en cada etapa tienen sus particularidades, y los modos de leer que los docentes solicitan suelen variar. En cuanto a la escritura, es un proceso que exige poner en palabras las ideas y, al hacerlo, el conocimiento se transforma. En el desarrollo de un texto escrito se establecen relaciones entre diferentes conceptos, entre conceptos y ejemplos. Para esto, hay que ordenarlos, tomar distancia, y también tratar de ser claros y precisos. Se trata de un trabajo que incluye revisar el texto, es decir leer lo que se ha escrito para identificar los segmentos pocos claros y luego volver a escribirlos. En otras palabras, la práctica de escritura exige reescritura”.

Además de García Negroni y Hall, integran el jurado de este premio Guillermo Jaim Etcheverry, doctor en Medicina, decano y ex rector de la UBA y miembro de las academias nacionales de Educación y de Ciencias de Buenos Aires; Pablo Miguel Jacovkis, doctor en Matemática, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, ex presidente del CONICET y actual secretario de Investigación y Desarrollo de la UNTREF y Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas, profesor y director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes, investigador principal del CONICET y coordinador del Programa Nacional de la Popularización de la Ciencia y la Innovación. Los jurados estuvieron reunidos en la sede de Clarín.

El objetivo del premio es contribuir a la concientización de que los obstáculos que encuentran los estudiantes para avanzar en su formación académica residen no solo en la ausencia de conocimientos disciplinares, sino también en lo que concierne al uso del lenguaje.

Como esta convocatoria se busca llamar la atención acerca de la importancia que tienen la lectura, la producción oral y la escritura en el desarrollo de todas las asignaturas que se dictan en la escuela media. Y aunque no constituye un requisito obligatorio, se incentiva la presentación de proyectos interdisciplinarios, es decir que puedan ser implementados -en forma conjunta- por parte de docentes a cargo de distintas asignaturas.

Los participantes podrán presentar proyectos pedagógicos a desarrollar o que se encuentren en etapa de implementación, pero la condición es que se pueda implementar en una o más secundarias públicas de gestión estatal.

En esta oportunidad se otorgarán 440.000 mil pesos en premios. El primer premio recibirá 230.000 pesos: 40.000 pesos el autor/es del proyecto y 190.000 pesos estarán destinados a su puesta en práctica. También habrá tres Menciones de Honor de 70.000 pesos cada una para financiar las propuestas seleccionadas. La fecha límite para la entrega de proyectos es el 31 de agosto. Bases y condiciones en premioalaeducacion.clarin.com.

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