100 guerreros más emergen en Xian

Un equipo de arqueólogos halla nuevas figuras del monumental ejército de terracota chino. Su estado de conservación sugiere que fueron quemadas.

El ejército de terracota del emperador Quin Shihuang se antoja más poderoso si cabe después de que los arqueólogos chinos anunciaran el desenterramiento de más de cien de estos reclutas petrificados. La particularidad es que estos sufrieron el fuego y el vandalismo de las huestes del líder militar que derrocó a Quin Shihuang, según sugieren los datos recopilados por el equipo encargado de las excavaciones. “Hemos encontrado una cantidad enorme de arcilla roja y carbón, además de unos agujeros en la fosa principal”, señaló Shen Maosheng, responsable de uno de los equipos que trabajan en la excavación, en declaraciones recogidas por el periódico Shanghai Daily. “Solo el líder rebelde contaba con el poder, el tiempo y la motivación para destruir los guerreros de terracota”.

En total, se han descubierto más de 8.000 soldados en el mundialmente famoso mausoleo de Xian, al norte de China, del que todavía quedan partes por explorar. De hecho, los expertos creen que las 310 reliquias que se encontraron durante la fase de excavación, que comenzó en 2009, son solo una fracción de las que existen.

Los arqueólogos, un equipo que fue distinguido con el Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2010, han encontrado también caballos de batalla, dos juegos de carrozas, armas, tambores y un escudo, que es el primer ejemplo de este tipo hallado en las tres fosas de los guerreros, según aseguró al periódico estatal China Daily el arqueólogo Yuan Zhongyi.

Xu Weihong, director ejecutivo del equipo de excavación, apuntó que ocho de las estatuas ostentan el rango de oficiales, con armaduras más complicadas y con detalles más refinados que el resto de figuras.

Los recién hallados soldados mantienen una pigmentación más elaborada que los encontradas en otras excavaciones: algunos preservan el iris de los ojos coloreado en negro y marrón, y uno incluso conserva las pestañas pintadas.

Yuan añadió que el color podría haberse perdido bien porque las figuras estuvieron sumergidas en agua o bien porque se vieron afectadas por el fuego, aunque otra posibilidad es que la pintura se haya desconchado. “Por aquel entonces los artesanos les echaban laca sin tratar antes de decorarlas. Después de tantos años, la laca se separa del cuerpo y arranca el color”.

Otra excavación en una fosa cercana ha dado lugar al hallazgo de 20 figuras de terracota colocadas en dos hileras, una enfrente de la otra. Aunque lo más espectacular es posiblemente una figura descabezada de 2,2 metros de altura, que los expertos creen que habría alcanzado los 2,5 metros, cabeza incluida.

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