La escritora Lilí Muñoz es nacida en la ciudad de Victoria, Entre Ríos, a la que siempre vuelve, donde cursó la escuela primaria y secundaria, continuando sus estudios en Paraná. Reside actualmente en la provincia de Neuquén, donde terminó el año pasado su novela ‘Mujeres de albada’.
FUENTE: Paralelo 32
Durante 2016, además de editar esta novela a la que prefiere llamar “el último borrador”, adhiriendo al principio borgeano sobre la imposibilidad humana de concluir un texto definitivo, participó también en ‘Desnudeces’, libro de cuentos realizados por 8 mujeres: Diana Luz Bravi, Egle Frattoni Romano, Ada Gil, Angélica Gorosdischer, Jorgelina Paladini e Inés Santa Cruz (todas de Rosario), María Gutiérrez (Tenerife) y Lilí Muñoz (Victoria, E.Ríos), con prólogo de Magdalena Aliau (Univ.Nac.Rosario).
Las obras serán presentadas en París, en la Maison de l’Argentine en París, el 19 de enero, y en Barcelona, en el Consulado General de la República Argentina en esa ciudad, el 2 de febrero.
Perfil
Lilí, hija de Daniel Muñoz quien fuera portero de la entonces Escuela 17 (hoy 47), finalizó en 2014 un Máster en Creación Literaria en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, donde en breve presentará su tesis final, y los vínculos establecidos allí le permiten este modesto lanzamiento de su última obra en la bella ciudad catalana, donde ya hizo lo propio con otros libros de ficción y poesía.
Con la presentación en París, dijo a Paralelo 32 que concreta un sueño. No tiene una gran expectativa en cuanto a público, sobre todo por las diferencias de idioma, para lo que contará con la ayuda del profesor y escritor francés Pascal Mora. No estarán con ella las demás escritoras que intervinieron en ‘Desnudeces’, pero confía en lograr un grupo variado de asistentes en un ambiente cálido de amantes de las letras.
Mujeres de albada
Mujeres de albada asume la forma de novela, narrando un tramo de la vida de tres de las nueve mujeres que llegaron a Ushuaia provenientes de instituciones carcelarias, aparentemente como voluntarias, quienes viajan por barco desde Buenos Aires a fines del siglo XIX. El tramo de la historia (en el sentido aristotélico de la palabra) abarca aproximadamente desde 1898 a 1921, fecha esta última del abortamiento de las huelgas obreras en la Patagonia.
Si bien no se trata de una novela histórica, la obra tiene base en episodios relatados por la crónica histórico-periodística argentina, la historia de Tierra del Fuego, el último de los territorios nacionales argentinos, hoy provincia, y también en alguna que otra mención en la historia de la Patagonia argentina, entre ellas en La Patagonia trágica, de Osvaldo Bayer. Este relato propone un final abierto. Los sucesos transcurren en forma lineal, secuencial -aunque con rupturas temporales-, desde el viaje en el buque Ushuaia, fines del siglo XIX, hasta el final del texto, primeros veinte años del siglo XX.
A lo largo del texto las voces cabalgan en el lomo del tiempo, acalladas por distintas cuestiones culturales: pueblos originarios, prostitutas, peones y empleados rurales en huelga, presidiarios y presidiarias, desaparecid@s y asesinad@s sepultad@s en fosas comunes en distintos tiempos, ideologías, géneros y naciones.
Hay protagonistas femeninas y masculinos, si bien es posible que se encuentren más delineadas y en relieve las femeninas, en especial Adelina, Maud y Emilia. La búsqueda poética, Lilí Muñoz incluye inserciones de poemas propios, de otros autores y anónimos, como epígrafes o en el interior del relato.
Sobre la obra, dice su autora: “en Mujeres de albada traté de acercarme a la narrativa épica de la cotidianeidad a la vez que ponderar el lenguaje poético, el relato del lirismo, sin excluir el lenguaje coloquial y a veces realista, tampoco el uso de vocablos o expresiones populares y aun vulgares, entendiendo que es esta una manera más de hacer praxis la pluralidad”.
“Esta obra se incluye en un proyecto más abarcativo que inicio alrededor del 2000, centrado en el desocultamiento del pensamiento y la acción de mujeres, sin canonización histórica ni literaria, que vivieron y murieron en la Patagonia”.