La crisis obliga a Río a un carnaval de bajo costo. Hay pocas ventas, los patrocinadores no financiaron desfiles callejeros y los hoteles tienen habitaciones disponibles.
En lugar de costosos y elaborados disfraces con brillantes lentejuelas, en el carnaval de este año en Río de Janeiro -que tendrá hoy su ceremonia de apertura- se esperan atuendos más asequibles con bigotes falsos, sombreros y tiaras.
Los aficionados buscan gangas antes de la famosa celebración de Río, en medio de una prolongada crisis económica que afecta los negocios que dependen de esta fecha para obtener gran parte de sus ingresos anuales.
Todavía hay entradas disponibles para los desfiles en el Sambódromo, los patrocinadores decidieron no financiar fiestas callejeras y se espera que los hoteles tengan más habitaciones vacías que el año pasado, que también fue decepcionante a nivel económico por las preocupaciones sobre el virus del zika y la recesión.
«El año pasado no fue genial, pero aún teníamos los Juegos Olímpicos para compensar el Carnaval. Ahora podemos notar que hay una reducción real -señaló Cristina Fritsch, presidenta de la asociación de agentes de viaje de Río-. La seguridad también preocupa a la gente en un momento en que funcionarios públicos, incluida la policía, amenazan con ir a la huelga.»
El departamento de Turismo de Río espera atraer un millón de personas, que gastarán alrededor de 950 millones de dólares durante la fiesta. Si se cumplieran las previsiones, se repetirían los resultados del año pasado.
Los hoteles estiman que sólo tendrán 72% de ocupación, un 14% menos que el año pasado.
Muchas de las butacas de la tribuna para la exhibición de carrozas se distribuyeron entre las escuelas de samba que participan en el espectáculo. Los organizadores quieren asegurarse de que las cámaras de televisión no capten espacios vacíos.
El escenario de fondo es la peor recesión en décadas en el mayor país de América latina. El Banco Central de Brasil estima que la economía se contrajo más de un 4% en 2016 y que la tasa de desempleo supera el 12%.
El gobierno del estado de Río acusó el impacto de la crisis como pocos: los salarios de sus funcionarios llevan meses demorados y las protestas violentas se han convertido en algo habitual, mientras se consideran varias medidas de austeridad.
Este mes, la policía militar del vecino estado de Espíritu Santo estuvo una semana en huelga, que coincidió con un repunte de los asesinatos y otros delitos. El temor a que la policía de Río pueda adoptar una medida similar fue tan grande que el presidente Michel Temer movilizó 9000 soldados para patrullar el estado.
En las zonas comerciales más populares de Río, esta semana los negocios están llenos de productos y tienen pocos clientes. Los disfraces completos de Carnaval, con precios que oscilan entre 10 y 1000 dólares, se venden con cuentagotas. Claudio Muniz, que gestiona una tienda, dijo que las ventas en enero fueron nulas y que sólo en los últimos días los clientes empezaron a buscar, pero gangas. «El año pasado ya fue malo. La gente sólo compró kits», dijo Muniz. «No subimos los precios, pero la gente sigue pensando que es caro», añadió.
Marina Hill, ama de casa, es una de las residentes que gastarán menos este año. Para el último carnaval compró dos disfraces, pero este año sólo adquirirá uno que tiene pensado usar todos los días. «No voy a gastar más de 55 dólares -dijo-. No es fácil, pero no celebrarlo sería aún peor.»
Incluso las buenas noticias sobre el Carnaval a nivel nacional son malas para el de Río. Las tiendas de San Pablo prevén aumentar sus ventas un 6%. Esto se debe a que muchos de los brasileños que suelen viajar a Río optaron por quedarse en casa.
Para la amplia mayoría de los cariocas, las del Carnaval son siempre fiestas callejeras, conocidos como blocos da rua. Pero incluso los 451 blocos de la ciudad podrían resentirse este año. «Los patrocinadores se fueron, el ayuntamiento no ayuda y nadie quiere poner pertenencias personales a la venta para celebrar el Carnaval», dijo Rita Fernandes, organizadora de un bloco.
950
Millones de dólares
Es lo que gastarán en Río los cerca de un millón de turistas que llegarán a la ciudad por el Carnaval, señaló el gobierno local
72%
Ocupación hotelera
Los empresarios hoteleros de Río calculan que el nivel de ocupación será un 14% menor que el del carnaval del año pasado
Agencias AP y AFP
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