El término caricatura puede aplicarse a cualquiera exageración deformadora de la realidad; sin embargo, la mayoría de las veces se usa cuando el pintor o el dibujante se valen de los recursos de la exageración y deformación para representar personas de manera humorística o burlona.
El origen de la palabra viene del verbo italiano «caricare», que significa cargar. El caricaturista hábil sabe tomar lo esencial de una figura y recarga violentamente la representación del rasgo o rasgos correspondientes. Para que destaquen, suelen reducir al mínimo lo demás. Por eso es que con frecuencia encontramos caricaturas en que no hay más que ojos y nariz o boca. Con esto, el caricaturista procura siempre provocar la risa o por lo menos la sonrisa del espectador.