Tradición y sonidos electrónicos se fusionan de una manera maravillosa en la música del dúo chaqueño que regresa al Alto Valle para recorrer toda su discografía en dos recitales.
FUENTE: Diario Río Negro
Charo Bogarín y Diego Pérez vuelven al sur fusionando, en sus recitales de Neuquén y Roca, cantos nativos de las etnias qom (toba) y mbya guaraní con música electrónica, expresados esta vez en formato trío con el cual recorrerán toda su discografía.
Dueto formado en Resistencia, Chaco, realza, ilumina el ya luminoso espíritu de los pueblos originarios y la identidad musical argentina, con un sonido que vuelve su mirada hacia las raíces más profundas de la tierra donde se criaron. Las canciones tradicionales que aprendieron, les fueron transmitidas por ancianos qom y por coros de niños mbya guaraníes de Misiones. Parte del camino necesario por los laberintos de los valores y la identidad a través de lo musical…
CHARO- El trabajo con Diego, empieza hace 17 años atrás cuando, justamente fuera de nuestro paisaje, de nuestro lugar, descubrimos que estábamos haciendo un tipo de música que no se relacionaba con el territorio donde habíamos nacido y crecido, nuestro noreste argentino. Muy estimulados por estar afuera y tener ese alumbramiento en cuanto al arte que ambos queríamos hacer, nos entusiasmamos para buscar en nuestras raíces. Creo que el artista tiene siempre el gran desvelo por encontrar qué decir, una voz, un sonido particular, en nuestro caso. Y ese fue el camino que elegimos con mi compañero para hacer un arte que represente al suelo del que provenimos y obviamente debíamos volver a las raíces, pero no con una lectura habitual en aquellos tiempos donde el folclore musical nos daba data del chamamé o la chacarera, ritmos criollos, más gauchescos digamos. Sin dar cuenta de lo que había antes…
P- Lo prehispánico…
R- Exacto. Ahí fuimos a buscar y hallamos qué decir, nuestros sonidos más profundos de los pobladores originarios, de mujeres y hombres que expresaron su arte antes que fuéramos una raza mezclada, el criollaje que hoy somos. Bueno, ahí abrevamos, en esa fuente, aprendimos en los primeros cinco años a dar los pasos iniciales con las lenguas originarias, con los cantos nativos. Fue una tarea de investigación, de recopilación…
Y nos metimos en áreas de disciplinas específicas como la antropología y la etnomusicología, sin saber, con mucho atrevimiento y la frescura de jóvenes treinta y veinteañeros que buscábamos con ansias la voz particular. Esa fue la génesis de Tonolec y este proyecto musical hoy considerado como folclore con otra lectura de nuestros haceres culturales, de nuestros sonidos. Lo original de esta idea se dio en que no solo nos remitimos a un camino de estudio, si no que lo mezclamos con caracteres típicos actuales como la tecnología electrónica. Esa mixtura donde conviven en armonía lo ancestral y lo contemporáneo hizo que esta concepción se despegara de otras propuestas musicales.
P- En ciertas frases políticas o publicitarias aparece siempre la mirada hacia el futuro prometido. Reflejarse en el pasado o en culturas que nos antecedieron parece no ser parte del presente. Sin embargo, es el modo de encontrar el lugar en el mundo, el sonido propio y si no pasa por saber de dónde venimos, de la compresión de las culturas antiguas que sobreviven, se expresan y organizan por sus derechos, no hay forma de lograrlo.
R- Así es y cuando lo exponemos parece muy sencillo, pero de verdad resulta muy difícil ir a eso particular, limitar el campo de estudio y lo que querés hacer. Hemos conocido muchas proposiciones musicales que coquetean con lo originario, con las lenguas y culturas ancestrales, pero sin un sostenimiento posterior. Y se relaciona con cómo se construye la identidad musical de Tonolec. Una construcción a base de mantener el camino y de ahondarlo, profundizarlo. O sea, no nos corrimos de lugar, entendimos que tenía senderos que nos iban a adentrar y adentrar cada vez más. Es imposible no comprometerse con lo que se estudia; uno propala mediante la voz, la palabra también. Es embanderarse en el sentido de nuestras culturas, sintiéndose orgulloso de tener su sangre, como yo que soy de estirpe guaraní. Esto, quince años atrás o más, no sé si era posible enunciarlo con tanto orgullo, porque culturalmente nuestro tejido social no estaba preparado para recibir declaraciones así, sin un dejo de desprecio o…
P- Discriminación.
R- Sí. Entonces, nuestra propuesta vino a caer en un espacio y un tiempo muy particular acá, en Latinoamérica y en el mundo mismo. Desde hace más de una década atrás hubo un resurgir muy potente de los pueblos originarios, relacionado con visiones políticas, de gobierno, que resaltaron esa parte identitaria. Donde no se trata solamente de esgrimir que tenemos sangre nativa, venimos de pueblos originarios y poseemos una visión filosófica de la vida, una cosmogonía, sino de integrar poniéndolos a ellos y sus formas de expresión a la altura de las demás. En la Argentina se valoró todo lo que venía de Europa, de afuera, el color de piel pálido, los ojos claros, el cabello rubio, y raramente se destacó como modelo o patrón a seguir, nuestros genes, la sangre mezclada entre guaraníes, italianos, alemanes, qom, tan interesante. En Tonolec, creo que representamos esa fusión, la integración de culturas, ese crisol que somos en Argentina y Latinoamérica. Y allí hay un mensaje conciliatorio también porque no se trata de defenestrar lo gringo o las otras razas, ni siquiera otros géneros musicales. Hay que mostrar un nuevo rostro, una música nueva, nuevos colores que incluyen a todos.
P- Rostro que sale de mirarse en el espejo.
R- Bueno, pero estamos tan acostumbrados a los espejos que los medios de comunicación nos venden y entran en nuestras casas, los celulares, en nuestra forma de vida; muestran patrones en los que creemos vernos reflejados y no son espejos verdaderos. Hay una lucha muy fuerte con estos modelos publicitarios, mediáticos, y si no estamos bien parados, si como aldea no sabemos qué color lleva, qué rostro porta al no reconocernos en el otro, compramos la ficción que dan por televisión o través del cine. Nos están construyendo una identidad falseada, ¿ no?
P- Hablabas de las posibilidades culturales que se abrieron hasta no hace mucho. ¿Este tiempo actual es de mantenimiento, de resistencia?
R- De retrotraimiento, más bien. Nuevamente las esferas del tejido social que hoy se valoran otra vez, ponen a otras en bajos niveles adquisitivos. No estamos en las condiciones de antes, hay personas que pasan mucho más hambre. No la estamos pasando bien desde la cultura, en los sectores más necesitados. De nuevo reflotan los que siempre tuvieron poder económico. Todo esto sacude el tejido social y se ha vuelto difícil construir, sostener, aunque lo hacemos desde la resistencia.
P- ¿Qué significan posibilidades de trabajo como la que tendrán de plantarse y expresarse frente al público del Valle?
R- Yo digo que el arte es nuestra mejor trinchera porque es un lugar neutro donde puede propagarse la voz, una identidad y un mensaje relacionado con revalorarnos, con cuidar quiénes somos puertas adentro, fronteras adentro. Para que esa identidad tan diversa y tan plural que pudimos construir en estos años, no de un paso atrás, no retroceda, no se retrotraiga. Es la mejor manera también de seguir esta lucha por difundir un tipo de visión que tenemos sobre nuestra sociedad. Desde lo musical, nos manifestamos ideológica, política y socialmente porque nuestro mensaje es un todo y tiene que ver con una forma de vivir, con valorar el medio ambiente, la manera de alimentarnos, de reconocernos cómo somos.
Los conciertos
Tonolec dará conciertos en Neuquén y Roca. El primero será el martes 8 a las 21 en el Cine Teatro Español de la capital neuquina –entradas en efectivo en Todomúsica y Saturno Hogar, donde también pueden comprarse con tarjeta de crédito–.
En Roca el show será el miércoles 9, también a las 21, en Distrito (avenida Roca esquina Brasil), entradas anticipadas a 400 pesos en venta en Italia 1542.
“Arte y música son las herramientas más poderosas para concientizar en paz, sin teñirse de intereses que corrompen el mensaje”,
cree Charo, una artista que indaga en sus raíces.
Los músicos
Charo Bogarín: autora, compositora y cantante de voz poderosa e intimista, nacida en Clorinda, toca en vivo charango y bombo legüero. Su despliegue vocal y corporal irradia magnetismo en los espectadores y convierte el recital en una ceremonia.
Diego Pérez: productor musical de Resistencia, compositor y multiinstrumentista, despliega su versatilidad con samplers, secuencias electrónicas, guitarra y teclados, creando de manera refinada y contundente los ambientes sonoros y las atmósferas musicales de las canciones de Tonolec.
Lucas Helguero de La Bomba de Tiempo, en percusión, invitado.
Discografía de fusión étnica
“Tonolec” (2005)
Disco debut con versiones de cantos ancestrales en lengua qom.
“Plegaria del árbol negro” (2007)
CD con canciones en castellano y qom.
“Folk – Los pasos labrados” (2010)
Versiones de temas del folclore latinoamericano.
“Cantos de la tierra sin mal” (2015)
Disco Doble con canciones en castellano y guaraní.
“La celebración” (2015)
Disco recopilatorio que recorre diez años de trayectoria del dúo.