24 de diciembre: Historia de Neuquén

11181189_790396304420162_4989128477050766852_n24 de diciembre de 1908

La Comisión Municipal de la capital solicita al gobernador el apoyo de carros con mulas y presos de la Cárcel para arreglar las calles de la ciudad que a causa del viento se convierten en verdaderos médanos dificultando el tráfico.

24 de diciembre de 1916

El Juzgado de Paz y Oficina del Registro Civil de Zapala se anexa al de Las Lajas hasta el 20 de febrero de 1917 en que se elige el nuevo Juez de Paz en elecciones comunales.

24 de diciembre de 1924

Se inauguraran el edificio de la Jefatura de Policía de Neuquén y la Torre del Reloj, durante la gestión de Adalberto Staub, Jefe de Policía.

24 de diciembre de 1930

Muere en Chos Malal en forma trágica, Emilio Pessino, antiguo vecino y concejal municipal.

24 de diciembre de 1958

YPF inaugura el oleoducto Neuquén del Medio –Planta Deshidratadora, y el de El Sauce a dicha planta.

24 de diciembre de 1962

Se instituye el régimen para el desarrollo integral de las Termas de la Provincia (Decreto Nº 189).

24 de diciembre de 1980

Se crea la Oficina Central Policial de Migraciones. Resolución Nº 527 “JP”.

FUENTE: “Acontecimientos y Protagonistas de la Historia Del Neuquén”, por el lic. Ricardo Koon.

 

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ANEXO (Reproducido por Isidro Belver)

Hace 85 años el tranquilo villorio de 846 habitantes que era Chos Malal, la ex primera capital del Territorio del Neuquén, se vio conmocionada por un resonante crimen, frente a las puertas del templo que se preparaba para festejar la “Noche de Paz, Noche de Amor” de la Nochebuena; en aquellos años una verdadera “Misa del Gallo” que empezaba cerca de las 2 de la mañana, ya en la madrugada del 25.
El Juez de Paz, EMILIO PESSINO, rodeado de amigos con quienes había estado compartiendo la cena de Navidad, al intentar ingresar a la iglesia, en el oscuro portal del templo, mantiene un confuso cambio de palabras, empujones o golpes, con el ex subcomisario Julio Visillac, quien intempestivamente, extrae su arma que “se le dispara accidentalmente”, hiriendo gravemente al Juez. En la confusión y alboroto del hecho, Visillac es detenido y Pessino llevado al médico quien recomienda llevarlo en forma urgente hasta Allen por la gravedad de la herida, lo que inmediatamente comienza a llevarse a cabo, pero entre el paso de la balsa, los pobres vehículos del momento y la gravedad y extremos cuidados en el transporte del herido, cerca de Chorriaca, en el paraje La Piedra, Pessino muere a las 10,30 del 25.
Este hecho trascendió pronto la conmoción del tranquilo, lejano y olvidado Chos Malal, dado la singular personalidad social y política de Pessino y sus relaciones de afiliado al socialismo y convivió los ambientes docentes, politicos, periodísticos, literarios y culturales de Buenos Aires. “El crimen de Emilio Pessino no puede considerarse solamente un delito común, sino un hecho que está precedido por la lucha de poder. Es decir, los caudillos de la zona pugnaron por apropiarse de las Instituciones que dieron poder político, económico y social: la Municipalidad, la Comisaría y en especial el Juzgado de Paz. En otras palabras, a pesar de no existir hasta el fallecimiento de Pessino una activa militancia partidaria en el sentido tradicional de la puja por el poder, después de esta muerte se empezaron a mostrar las ideologías subyacentes, convirtiéndose dicha disputa en un conflicto con connotaciones provenientes de la política nacional”.
Este crimen, que condenó solamente a Visillac, trajo a la superficie un oscuro trasfondo de pasiones políticas, familiares e intereses comerciales y partidarios subyacentes, y cómplices, que tocaban todos los ambientes locales y regionales y que se perpetuó por años en el viejo Chos Malal. Su actividad de corresponsal del periódico socialista La Vanguardia,hizo que su asesinato lo equiparara con Martin Etchelutz y Abel Chaneton como los tres periodistas neuquinos asesinados en diversos momentos, “que lucharon por los pobres y la justicia”. En este sentido, La Voz del Territorio de Zapala publicó un artículo que había escrito Pessino pocos días antes de su muerte, “alertando sobre la pésima situación educativa de las escuelas primarias de la zona debido a las largas distancias, clima rigurosos y a la falta de propiedad de la tierra del poblador, entre otras razones. Para superar esta situación propuso crear internados en Chos Malal y establecer escuelas industriales, de artes manuales y de economía doméstica”.
Otros hicieron interpretaciones distintas sobre las motivaciones de este lamentable suceso, que enfrentó por décadas a las familias chosmalenses y del Norte Neuquino (Tricao Malal, Andacollo). Lo cierto es que el crimen y la personalidad de Emilio Pessino, afiliado y activo militante del socialismo, hasta el día de hoy, son motivos de controversia; Es de destacar que el lejano Chos Malal, por este crimen, llegó a movilizar a figuras políticas nacionales como Alfredo Palacios, Nicolás Repetto y Enrique Dickmann y del ambiente cultural y educativo como el periodista y escritor Enrique Gonzalez Tuñón. (Por su hotel, pasaron además Agustín P. Justo, Juan Domingo Perón y Alfredo Palacios).
Escribía un periódico regional en su momento: “El remordimiento llega tarde o temprano a morder las almas perversas, el remordimiento hará presa algún día en la conciencia turbia de aquellos que animaron al criminal, disculparon el crimen y encontraron en la muerte del honrado Juez de Paz de Chos Malal una solución para sus mezquinos afanes”.

(Un excelente escrito, sobre este tema -que da para mucho más-, del chosmalense Carlos Lator, se puede encontrar en el libro Historias de Sangre, Locura y Amor – Universidad del Comahue – 2000).

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