Un engaño en pos de la lectura

En Colombia usaron la popularidad de Harry Potter para encubrir la difusión del caballo de Troya, de la Odisea, entre otros ardides tendientes a recuperar lectores en las bibliotecas públicas.

¿Nos engañan nuestros ojos? ¿Este cartel que vemos nos está anunciando los libros de Harry Potter o la clásica narración del asedio a Troya que culminó con los hombres de Agamenón ocultos en el caballo de madera más célebre de la Historia? Pues ambos. La confusión inducida forma parte de una campaña publicitaria encaminada a fomentar la lectura en las bibliotecas públicas colombianas.

El diseño de la melena, las gafas y la reconocible cicatriz en la frente con forma de rayo también nos permite discernir la silueta de un caballo con ruedas que permiten a los inocentes troyanos introducir el envenenado regalo (“timeo danaos et dona ferentes“, no te fíes de os griegos aunque vengan con regalos) en su hogar con las funestas consecuencias que glosaron Homero y Wolfgang Petersen si eres más de Séptimo Arte.

Por eso, bajo el lema “ven con una historia y vente con otra” la agencia de publicidad Lowe-SSP3 quiere animar a los colombianos a acudir a las bibliotecas de la red Colsubsidio para que si bien es un personaje popular el que les lleve a acercarse a la Literatura, una vez en contacto con ese fascinante mundo de páginas llenas de vidas que otros imaginaron puedan acceder a nuevos y sorprendentes autores y títulos.

Así la ilustración que en un primer golpe de vista nos puede recordar a Caperucita Roja permite una segunda apreciación en la que distinguir la silueta de una ballena en la caperuza que le da nombre a la servicial niña que no temía cruzar el ominiso bosque para llevar a su abuelita requesón y rica miel. Así puede suceder que alguien quede atrapado por la historia de la aventura que tenía como protagonista de la acción a otro amenazador anima, la ballena blanca que daba nombre a la novela que Herman Melville inició con la inmortal frase “podéis llamarme Ismael”.

Y aunque te cueste quizá un poco más descubrirlo, eso también entra en este juego no solo de ilusiones ópticas sino en la propia naturaleza inquisitiva y deductiva del protagonista oculto de la tercera ilustración.

El peinado, la diadema y los labios de Blancanieves, otra jovencita perdida en el bosque, nos pueden distraer del personaje cuyas inmortales aventuras han inspirado a generaciones y constituye uno de los que más adaptaciones han conocido al cine: Sherlock Holmes.

Parece claro que lo que nos atrae de estos carteles es el icono quizá más reconocible y popular para los más jóvenes, pero detrás hay otros personajes, otras historias, que aunque atesoren siglos de tradición en los lomos de sus encuadernaciones no por ello resultan menos atractivas una vez que se da el paso de adentrarse en sus palabras.

La campaña publicitaria ha sido galardonada este año en el certámen de Cannes con un León de Bronce en la categoría de Exteriores.

Dejar un comentario

Enviar Comentario

Por favor, completar. *