Tenía una extensa trayectoria en cine, teatro y televisión, que encontró su pico de reconocimiento con su papel en la serie de culto de Damián Szifron. También fue director y maestro de escuela
Maestro de actores. La definición -empleada a menudo para hablar de ciertos artistas que trascendieron su propia obra, marcando el camino de otros colegas- puede emplearse con total certeza cuando la referencia es Juan Carlos Ricci. Porque además de una marcada solvencia que lució sobre las tablas, en la pantalla chica y también en la grande, Ricci también era maestro de primaria.
Por eso, este sábado 25 de julio no solo lamentan su muerte -que informó la Asociación Argentina de Actores, de la que llegó a integrar la Secretaría Gremial- los viejos compañeros de El Flaco -como lo conocían todos- sino también los adultos -ayer niños- a quienes les impartió sus lecciones. Y por sobre todos, su esposa, Graciela, y su hijo, Leandro.
Capaz de transitar con soltura distintos registros actorales, Ricci participó de comedias familiares (Mi familia es un dibujo), sitcoms (Amor mío), series (Farsantes) y unitarios dramáticos (Mujeres asesinas). Los ejemplos son apenas muestras de una interminable cantidad de programas televisivos. Lo mismo sucede en el cine: podía aparecer en Las aventuras de Parchís o los Extermineitors II, con Guillermo Francella y Emilio Disi, con la misma naturalidad con la que actuaba en un drama de hondo contenido humano como Un año sin amor, con Juan Minujín.
Lo suyo también se apreció en el teatro: Rey Lear, Calígula y Edipo Rey, entre muchas otras. Además, fue director. La pandemia suspendió las fechas de Quinto Round, la obra de Pacho O’Donnell con Osvaldo Santoro y Ramiro Martínez, en la que Ricci tenía un papel destacado. La obra se terminó ofreciendo por la modalidad de funciones virtuales. Fue su último trabajo.
Pero Los Simuladores, la recordada serie en la que los personajes de Diego Peretti, Federico D’Elía, Alejandro Fiore y Martín Seefeld resolvían “los problemas de gente común” con ingenio y originalidad, significó un mojón en su carrera. Allí personificó a Arturo Gaona, o el Asistente, integrante del grupo paralelo –Brigada B, donde también estaba José Fehler, por su amigo Jorge D’Elía– que prestaba asistencia al equipo principal, ante la gran cantidad de tareas encargadas.
Hombre de silencios prolongados pero intervenciones oportunas, en este cuadro alternativo Gaona cumplía las mismas funciones que Mario Santos (D’Elía) representaba dentro de los cuatro socios principales. Y fue justamente su ex compañero quien le dejó un saludo muy emotivo en las redes sociales.
“Sorpresivamente nos dejó el Flaco Ricci”, escribió Federico en su cuenta de Twitter. “No se dan una idea la tristeza que me produce. Era casi un hermano para mi viejo. Y esta cuarentena de mierda no nos permite despedirlo como se merece…”, lamentó, haciendo llegar por las redes sociales sus condolencias a su esposa y su hijo. Y concluyó: “¡Se te va a extrañar Flaquito!”. La foto que acompaña su posteo es una imagen que emparenta a sus personajes, el Asistente y Santos.
Ese rol le valió a Ricci un gran reconocimiento para una ficción que, aún con el paso de los años (se emitió por Telefe entre 2002 y 2004), sigue contando con un público fiel. Y que se suma a los compañeros, alumnos, amigos y familiares que lloran su partida.
Fuente: Infobae