«El virus fue fulminante en él, se fue en cuestión de horas»
26 mayo, 2021 |
La inesperada muerte del folklorista Ángel Rondanina, por COVID-19, enlutó por completo a la cultura popular de Neuquén. Es que su cuadro empeoró de un momento a otro, y con la esperanza de poder salvarle la vida -y teniendo en cuenta el colapso sanitario en la provincia ante la segunda ola del virus-, su familia buscó conseguirle un respirador por sus propios medios. Sin embargo, el coronavirus ya había tomado por completo sus pulmones.
En medio de este triste momento, su esposa, Viviana, brindó una entrevista en C5N, en donde contó detalles de la terrible situación que le tocó vivir, reflejando el grave colapso sanitario que atraviesa la provincia, sin aún haber llegado a la estación más fría del año.
Con la voz quebrada, Viviana -con quien Ángel tuvo seis hijos- reveló que su esposo había comenzado con síntomas 8 días antes de morir. “Al 24 de mayo (fecha en la que él va al Hospital Heller), hacía 8 días que estaba con síntomas de COVID. Vinieron desde el hospital, lo revisaron, le dejaron la medicación”, explicó y luego agregó: “Él decidió aislarse solo y de forma preventiva cuando empezó a tener síntomas, ya que todos nos estábamos cuidando mucho”.
“El día que sufrió la internación, la doctora nos dijo que sus pulmones habían colapsado… que el virus había sido muy fulminante en él… Se fue en cuestión de horas, para la madrugada del 25 (de mayo), el fallecía”, relató.
Si bien aclaró que ella siempre recurrió a ese hospital cuando necesitó atención médica (incluso sus seis hijos nacieron allí), manifestó hoy ese centro de salud está colapsado. En este sentido, Viviana comentó que, en un primer momento, su esposo era candidato a un respirador e incluso estaba primero en la lista, pero dado que no había en el hospital, les pidieron que intentaran alquilar uno.
Pese a las gestiones -las cuales aparentemente habían dado frutos-, otro médico le informó a la familia que el cuadro de Ángel había cambiado gravemente y que su cuerpo no soportaría el respirador. “Nosotros nos pusimos en campaña porque Ángel era un hombre muy querido. Tenía amigos por todos lados, a donde él llegaba, quedaba una puerta abierta. Todo el mundo intentó ayudarlo. Cuando volví al hospital fui con la esperanza de que se podía conseguir el respirador… Dada la campaña, un conocido me habló de un centro de internación, pero para eso se requería la autorización de un médico. Yo le cuento todo esto al médico y él me responde: ‘Yo ya se todo eso, pero no podemos hacer, el virus daño tanto sus pulmones que empezó a tomar el resto de su cuerpo’. Estuvo internado sólo un par de horas”, explicó entre lágrimas.
Nuevamente, y con una voz llena de angustia, Viviana pidió al gobernador de la provincia, Omar Gutiérrez, atender la situación del sistema de salud lo antes posible. “Lo que la gente reclama es que el gobernador haga algo. Que en vez de hacer plazas o arreglar cualquier otra cosa, que compre respiradores porque se está muriendo mucha gente”, arrancó la mujer y luego contó otro terrible caso de COVID-19: “Mi hermana recién me decía que su hija había empezado clases de patín. Sólo tuvo una clase, ya que al profesor lo internaron por COVID y después de 14 días internado falleció”.
Sobre el final de la entrevista, y luego de agradecer todas las muestras de cariño por parte de los conocidos de Ángel, la mujer añadió: “Nuestros hijos están destrozados. Teníamos un montón de proyectos. Es demasiado inesperado… Este virus está destruyendo muchas familias”.