Muere Nélida Piñón, la hija de emigrantes gallegos que se convirtió en un símbolo de la literatura brasileña

La escritora, que tenía 85 años, fue la primera mujer en ocupar la presidencia de la Academia Brasileña de Letras

La escritora brasileña Nélida Piñón falleció en Lisboa este sábado a los 85 años. Con más de 20 libros publicados, entre novelas, cuentos, memorias, crónicas y ensayos e innumerables premios, fue un auténtico puente entre la literatura de Brasil y de España, concretamente de Galicia, de donde procedían sus antepasados. En noviembre de 2021, le fue otorgada la nacionalidad española.

Ganadora del premio Príncipe de Asturias de Letras en 2005, Piñón siempre mantuvo un especial vínculo con España. Su preciada biblioteca, compuesta por más de 7.000 documentos de su archivo personal, fue donada íntegramente al Instituto Cervantes de Río de Janeiro hace apenas unos meses. “La línea del horizonte que marca el límite de mi mirada me permitió fundir esas dos tierras, Brasil y España, como si fuesen una única familia. Yo soy todas las civilizaciones que vinieron a este campamento brasileño”, dijo la escritora en ese momento.

“Galicia es mi mito, una especie de tierra prometida”, comentaba, recordando la magia que hay dentro de cada espiga de maíz, algo marcado en sus recuerdos de infancia. Piñón cargaba, en sus propias palabras, el “estigma de la supervivencia”, heredado “de la gente del mar y de la montaña”. Fue doctora honoris causa de la Universidad de Santiago de Compostela y Embajadora Iberoamericana de la Cultura, entre otras decenas de reconocimientos.

La autora de A República dos sonhos y Guía mapa de Gabriel Arcanjo también fue la primera mujer en presidir la Academia Brasileña de las Letras, y clave para que la literatura brasileña rompiera fronteras. Fue la única escritora de Brasil en formar parte del llamado boom latinoamericano que lideró su agente, Carmen Balcells.

“Era, probablemente, la mayor escritora viva de Brasil. Es una pérdida para el país”, decía este sábado el actual presidente de la ABL, Merval Pereira.

A pesar de sus fuertes vínculos con España, Piñón nunca pidió la nacionalidad, se la concedieron por méritos propios. No lo solicitó por amor a su abuelo Daniel, el primero de sus antepasados que cruzó el Atlántico. Pensaba que ese viaje no había sido en vano, y que ella tenía que buscar su sitio en el Nuevo Mundo.

Fuente: El Pais 

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