Rolando Figueroa visita la escuelita 252: su desconocida faceta de dibujante
21 enero, 2024 |
En una charla en una escuela rural, el gobernador Rolando Figueroa contó a los alumnos que le gusta dibujar retratos. Sus hijas son las modelos preferidas.
Rolando Figueroa, durante su visita a la Escuela 252 de Paimún.
Siempre nacen historias que llegan al corazón y entran “sin golpear”. No importa el lugar, ni el tiempo ,ni las circunstancias. Solo hace falta que la inocencia de la niñez y la empatía de los adultos crucen sus caminos para darle rienda suelta a las “prosas del destino”, que en esta oportunidad involucran a un risueño artista y al gobernador Rolando Figueroa.
El protagonista de esta historia, que tiene como “escenografía” la Escuela 252 de Paimún, en el corazón del Parque Nacional Lanín, se llama Hikaru Figueroa, de 9 años de edad. Es alumno de 5° grado, es un amante de la geopolítica y su sueño para cuando sea grande es ser un reconocido pintor. Además es dueño de una personalidad única y bendecida con un talento innato para dibujar. Su imaginación vuela siempre libre y en ella aparecen guerreros de las galaxias, astronautas y cualquier personaje que alimente a su mente creativa y veloz. Del otro lado de la historia está nada menos que el gobernador Rolando Figueroa, quien la pasada semana llegó en helicóptero a la escuela para participar del reinicio de clases luego del receso por las fiestas de fin de año.
Los niños alborotados y asombrados por la presencia de la aeronave lo fueron a recibir y fue allí donde se comenzó a hilvanar la historia de los “parientes Figueroa”. Sobre la personalidad de Hikaru, perteneciente a la comunidad mapuche Lafquenche, el director de la escuela César Santiago Lauman dijo que “es un niño encantador, muy sensible y muy empático. Él conecta enseguida con el momento y con las personas. Tiene esa característica que lo hace muy amigable, razón por la cual es muy querido por todo el resto de estudiantes de la institución”.
Hikaru Figueroa, de 9 años de edad, se llama el protagonista de esta historia con el gobernador Rolando Figueroa. Es alumno de 5° grado y es un amante de la geopolítica y su sueño para cuando sea grande es ser un reconocido pintor
El gobernador bajó del helicóptero y vió a todos los alumnos felices esperándolo para saludarlo. Allí Hikaru le estiró la mano y se presentó con nombre y apellido. En ese momento Figueroa le manifestó: “¡Ah, somos parientes!”. El niño con asombro le preguntó por qué, a lo que el gobernador respondió: “¡Porque yo también soy Figueroa!”. Fue el momento clave de la conexión que mantuvieron durante toda la visita. Hikaru con picardía le respondió rápidamente: “¿Qué tal pariente? ¿Cómo estás pariente?”. “A partir de ahí se empezaron a tutear durante toda la mañana. Fue muy gracioso. El nene le decía pariente cada vez que podía. Pariente de aquí, pariente de allá y Rolo siempre le devolvía con el mismo gesto y la misma humildad. Eso fue también un agradable momento de color de su visita por nuestra escuela”, contó Lauman.
Aquel día llegó el momento de compartir algunos minutos de reflexión para hablar de la vida, de los estudios y fundamentalmente de los sueños. Lauman contó que el mandatario provincial le había solicitado tener un espacio para hablar con todos los estudiantes, así que después del almuerzo todos se reunieron en ronda en un aula. “Allí el gobernador les manifestó a los chicos la importancia de estudiar. Que eso abre puertas en la vida, que da la posibilidad de hacer realidad los sueños y proyectos de cada persona y que por eso hay que aprovechar la escuela y a cada maestro. Que estudiar es el mejor tesoro y el mejor regalo que podemos tener para nuestras vidas”, indicó el director.
Más tarde en esa distendida charla, Figueroa les preguntó a los alumnos qué sueños tenían o qué querían ser o hacer cuando fueran grandes. Muchas de las niñas presentes le contaron que ellas pretendían estudiar para ser veterinarias para luego ayudar a sus comunidades. Y llegó el turno de Hikaru que estaba sentado a su izquierda. “A mí me gusta mucho pintar”, dijo. “¿Dibujás?” le preguntó el gobernador a lo que respondió que sí. En ese momento Figueroa le cuenta a Hikaru y a todos los niños: “Yo también dibujo pero no sé pintar. Hago retratos. Soy malo pintando. Hago retratos de no sé, agarro a mis hijas, las dibujo, le hago un retrato de la carita y después les hago un cuadro”.
Figueroa agregó que “tengo cuadros que me ha regalado la gente. Mi mamá pintaba mucho, mi mamá pintaba con óleo; es una pintura donde podes manipular bien los colores, lo que ves podes pintar, lo que te imaginas podes pintar”. Según contó Lauman fue una agradable sorpresa poder conocer una desconocida faceta del gobernador contada en primera persona. Hikaru también se sorprendió de que su “pariente” tuviera y amara su misma pasión.
Interesado en la geopolítica que dibuja personajes de galaxias
El director comentó que el alumno Hikaru Figueroa tiene una hermana menor. “Se llama Evolet, va al jardín de infantes y es muy amoroso con ella también”. Contó además, que por su corta edad, es un fanático de la geopolítica. “Le encanta ese aspecto de la geografía. Mira mucho en internet información vinculada con eso. Él sabe de otros países, historias de guerras, de situaciones geopolíticas. Realmente llama la atención que sea un entusiasta de estos temas siendo apenas un niño”. Otro de los aspectos que destacó Lauman de su alumno fue que “tiene mucha imaginación”. Al respecto señaló “le encanta crear y dibujar personajes de galaxias, astronautas y guerreros. Es un niño muy feliz, alegre y positivo. Y siempre manifiesta que cuando sea grande le gustaría ser pintor”.
La vida es tan misteriosa, cíclica y con destinos tan diversos que ese día los Figueroa se despidieron. El gobernador emprendió vuelo en el helicóptero y en tierra quedó Hikaru. Quién sabe, tal vez en la mente del pequeño navegaba el sueño y la ilusión de algún día poder ser y estar en el lugar de su “pariente” para dirigir los destinos de la provincia y ser además el primer representante de una comunidad originaria en llegar a ese insigne lugar.
Una escuela que fomenta la expresión artística
La Escuela 252 está en el corazón del paraje Huechulafquen, departamento Huiliches, a unos 55 kIlómetros de la ciudad de Junín de los Andes. César Santiago Lauman es el director desde el año 2019 pero había llegado al colegio dos años antes. Es oriundo de Médanos (provincia de Buenos Aires) y llegó a la provincia del Neuquén en 1996. Desde entonces es docente en la zona rural de ese rincón cordillerano. Además ha trabajado en Educación de adultos, Educación especial y en el IFD 8 como ayudante de Práctica I.
“El rol de la escuela es fundamental no sólo para garantizar un derecho como lo es la educación, sino también para ofrecer un espacio de socialización donde poder enseñar valores como también el desarrollo de capacidades creativas y expresivas desde el arte”, contó el director de la Escuela 252.
A la escuela de Paimún asisten 31 estudiantes, 9 de inicial y 22 de primaria. Todo el alumnado es de familias de Raquithue y Lafquenche, las dos comunidades mapuches del territorio. El 8 de diciembre de 2023 la institución celebró con alegría las bodas de oro desde el día de inauguración.
El director del establecimiento rural que reinició las clases los primeros días de enero resaltó además “hay que destacar también la fuerte contribución al fortalecimiento de la identidad y el rescate cultural desde el idioma (mapudungun) y la transmisión de conocimientos y prácticas ancestrales”.