Es poeta, fue funcionario de Vaca Muerta y viaja a caballo de regreso a su pueblo natal

Jorge Martínez Arias es poeta, periodista y se desempeñó en el Chañar. Filmará un documental sobre el regreso a Entre Ríos. Contará historias paso a paso.

Jorge Martinez en su salida de San Patricio del Chañar

Jorge Martinez en su salida de San Patricio del Chañar, con el símbolo de Vaca Muerta a sus espaldas. Las cigueñas petroleras. (Foto Gentileza Julio Giménez)

Jorge Martínez Arias piensa toda su vida como una película, antes de subirse a su caballo al que apoda Chimbo, con el que emprenderá una increíble travesía, un viaje de vuelta a su pueblo natal de Entre Ríos, desde las áridas tierras de Vaca Muerta.

El poeta, periodista y narrador de historias populares de Neuquén, emprendió una travesía única, en que unirá 1450 kilómetros desde la provincia de Neuquén hasta Hernández, un pueblo de 400 habitantes en el litoral, que lo vio crecer desde chico.

Jorge es conocido en Neuquén, impulsor de varias fiestas populares, animador campero y contador de miles de historias y leyendas de la Argentina profunda, que ha desvelado decenas de fogones y asados entre amigos.

Jorge Martínez Arias emprendió su travesía con sus dos caballos: Rodrigo y Chimbo. Quiere unir Cava Muerta con su pueblo natal, Hermandez en Entre Ríos.

Jorge Martínez Arias emprendió su travesía con sus dos caballos: Rodrigo y Chimbo. Quiere unir Cava Muerta con su pueblo natal, Hermandez en Entre Ríos.

El poeta no está solo en esta patriada de tracción a sangre. Lo acompaña su esposa y compañera de vida, Mónica Cobelli, con quien irá subiendo historias a las redes sociales, de una travesía donde cada kilómetro por la banquina puede ser la parte de un guion cinematográfico.

Tienen un motorhome con provisiones y alimento para los animales, porque piensan que el viaje puede durar entre 60 y 70 días. También está José Basso, su amigo y chofer, quien le aporta la logística y los contactos comerciales para esta aventura a tracción a sangre, por la banquina de las rutas argentinas.

Antes de salir, hubo una emotiva despedida con hijos y su nieta Alfonsina, y con su amigo, el fotógrafo Julio Giménez, con quien se comieron un guiso al costado de la ruta, en una olla de acero, con leña del camino.

Pero hay un cuarto actor en escena, que es el que hará una película o documental sobre la increíble travesía del hombre que regresa a su pueblo natal. El músico, productor y director neuquino Kiran Sharbis, quien participó en varios largometrajes, publicidades y una actuación en una escena de la serie “El Encargado”, en la que actúa Guillermo Francella.

Chimbo y Rodrigo, los dos caballos fieles

“La decisión de salir a caballo es volver con mis caballos, Chimbo y Rodrigo a Entre Ríos, ellos me acompañaron en la asunción en 2020 en San Patricio del Chañar cuando fui funcionario”, dijo Jorge en diálogo con LMNeuquén.

El hombre planificó el viaje como si fuese a cruzar el mar Atlántico. Tuvo en cuenta el clima y hará en dos espatas cada día. Una cabalgata desde el ocaso y entrada la noche y otra durante la madrigada, para evitar la alta exposición a la radiación solar, durante los casi dos meses de viaje.

Jorge Martínez, cabalgando en el medio de la estepa patagónica. tiene asistencia en un motorhome de su familia. En el camino se encuentra con puesteros que le brindan hospitalidad.. (Foto Gentileza Julio Giménez)

Jorge Martínez, cabalgando en el medio de la estepa patagónica. tiene asistencia en un motorhome de su familia. En el camino se encuentra con puesteros que le brindan hospitalidad.. (Foto Gentileza Julio Giménez)

Pero el propósito del viaje es mucho más profundo y tiene que ver con bajar todos los decibles de las malas noticias del mundo y, precisamente, mirar el mundo con otro tiempo y a paso de caballo.

“Sin duda la idea es reconocer el territorio o los territorios, es una de nuestras premisas, de tal manera de poder describir cada uno de esos espacios, las subidas, bajadas, pedreros, los bajos grandes y calurosos, las jarillas altas y bajas, los altapacales y los algarrobos”, describió Jorge.

El hombre arrancó el domingo muy temprano, y su meta era llegar en principio a Catriel. Mientras recorría a paso del animal la Ruta 151, se encontró con que no estaba solo. A la vera de la ruta y en las solitarias tranqueras, algunos vecinos gauchos se acercaron a saludar, conocida la noticia de la travesía.

“En el camino uno encuentra hospitalidad, solidaridad en lo que hace a la gente del Norte de Río Negro, el camino que une Sargento Vidal con Catriel es increíble”, explicó.

Jorge explicó que el ritmo del caballo no se compara con nada y mucho menos con el paisaje que se contempla arriba del animal. Mientras se dirigía hasta la localidad petrolera rionegrina, hizo varias paradas, donde las familias Rocco, Doña Petrona, el gaucho Mario Díaz, y el chacarero Esteban Flores lo esperaron para convidarle unos mates y darle aliento con una charla.

“Vamos a ir comentando en las redes sociales lo que vamos viendo en la ruta. Siempre tuvo pasión por los caballos, mis hijos y toda mi familia”, deslizó.

Jorge se animó a esta, que será la última cruzada de su vida, donde por más de 1450 kilómetros y alrededor de 70 días, unirá Vaca Muerta con Hernández, un pueblo en el departamento Nogoyá, donde se crio desde muy pequeño.

El viaje tiene un doble propósito para Jorge y su familia que, definitivamente, quieren asentarse en el litoral argentino, luego de pasar casi toda su vida en la provincia de Neuquén.

Jorge Martínez y su familia durante la despedida del largo camino por las rutas argentinas. (Foto: Gentileza Julio Giménez)

Jorge Martínez y su familia durante la despedida del largo camino por las rutas argentinas. (Foto: Gentileza Julio Giménez)

En principio, unir las dos provincias a caballo, sin necesidad de tener un récord. Hará unos 40 kilómetros con los animales criollos y otros 10 con los caballos a tiro, como para alternar la actividad física en un viaje largo.

La idea de Jorge es lograr una cercanía en cada pueblo que quiere recorrer a caballo, y meterse en la historia profunda de sus habitantes.

“Queremos registrar imágenes y audios a través de testimonios y un diario de viaje. Difundir quehaceres locales, regionales, provinciales, de sus economías, la cultura, deportes. Rodar documental acerca de experiencias y vivencias de la travesía”, explicó el poeta neuquino.

Y acotó: “Será una travesía con austeridad, donde caminar es el tránsito necesario e indispensable como ser humano, montar es una reflexión en sí mismo, una habilidad que sostiene físicamente, emocional y espiritualmente”.

La idea de poner a prueba la templanza del jinete y los caballos criollos no se le ocurrió solamente a Jorge Martínez Arias.

Jorge Martíenez se inspiró en su travesía en la historia de Aime Félix Tschiffely el suizo que en 2925 unió Buenos Aires con Nueva York, con sus caballos, Gato y Mancha. Quiso probar la fortaleza de los criollos argentinos.Jorge Martíenez se inspiró en su travesía en la historia de Aime Félix Tschiffely el suizo que en 2925 unió Buenos Aires con Nueva York, con sus caballos, Gato y Mancha. Quiso probar la fortaleza de los criollos argentinos.

Hay una historia dando vueltas, que data de 1925 que es la travesía histórica de Gato y Mancha, dos caballos criollos que unieron Buenos Aires con Nueva York, a través del suizo Aime Tschiffely. La partida fue el 24 de abril de ese año desde las puertas de la Sociedad Rural. El equipaje de Tschiffelyconstaba de mapas, una brújula, un barómetro, dinero, una manta, un Winchester, una carabina y un revólver.

La travesía de Jorge Arias y la familia es un poco menos pretenciosa, austera, pero igual de increíble, por la diversidad de paisaje y cultura que tiene la Argentina.

El viaje será toda una experiencia para reencontrarse con los recuerdos más ocultos del alma.

Fuente: LM Neuquén

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