Marilyn Monroe, icono absoluto de la sensualidad y el glamour y arquetipo de la rubia explosiva, murió súbitamente el 5 de agosto de 1962, pero su aura de símbolo sexual sigue intacta.
No fue la primera mujer atractiva de Hollywood. Ni siquiera era una rubia natural. Pero con su famoso suéter ajustado de color rojo, sus desnudos en Playboy, y el vestido plisado levantado por la brisa sobre una rejilla del metro de Nueva York, la joven Norma Jeane Baker enloqueció a Estados Unidos y al mundo.
Fueron sus amoríos y matrimonios los que le otorgaron una fama que iba mucho más allá de la lista relativamente modesta de sus películas, pero su imagen de símbolo sexual sigue siendo venerada por estrellas del pop, actrices y amantes de la moda.
«Marilyn Monroe logró tener un aura», dijo Goetz Grossmann, productor ejecutivo de una película sobre la actriz. «Uno no puede escapar a Marilyn Monroe. Ha alcanzado un estatus icónico».
Además de los filmes autobiográficos, como el reciente «Mi semana con Marilyn», Hollywood, la industria de la música y el mundo de la moda siguen hechizados por esta bella mujer muerta el 5 de agosto de 1962 a los 36 años por una aparente sobredosis de drogas en lo que podría haber sido un suicidio.
Según escribió en Elle.com el estilista Joe Zee, «la bomba» sigue inspirando a las pasarelas. Y celebridades como Taylor Swift y Scarlett Johansson suelen adoptar su emblemática imagen de pronunciado escote, rizos rubios y vestidos blancos ajustados.
Megan Fox se hizo -y después se quitó- un gran tatuaje con la cara de Monroe en su antebrazo. Y Lindsay Lohan no oculta su obsesión con Marilyn: en su última aparición en Playboy imitó a la Monroe desnuda de la edición de 1953 de la revista de Hugh Hefner. «Me identifico», confesó la joven actriz.
El duradero magnetismo de Monroe puede parecer extraño. A pesar de su brillante actuación en «Some Like it Hot» (1959, Con faldas y a lo loco en España, Una Eva y dos Adanes en Latinoamérica) y otro puñado de películas, su trayectoria en Hollywood no es destacada, y su historia de desamor y oscura muerte tampoco parecen recomendables.
Permeándolo todo está su sex-appeal, pero aún así queda poco claro si su personalidad seductora evidenciaba su independencia o su sumisión a los hombres.
Para Lois Banner, autora de la reciente biografía «Marilyn: The Passion and the Paradox» (Marilyn: La Pasión y la paradoja), no hay duda de que Monroe controlaba el uso de su cuerpo.
«Ella forjó su carrera», dijo Banner en una entrevista telefónica. «Era muy astuta. Sabía muy bien lo que estaba haciendo y se arriesgó… Los diarios querían una rubia explosiva y eso es lo que fue».
Según Banner, que pasó 10 años investigando los pocos resquicios sin explorar sobre Marilyn Monroe, la actriz era consciente de que jugaba un partido de alto riesgo, y perdió el control sólo hacia el final, cuando se vinculó con los Kennedy y con el Rat Pack de Frank Sinatra.
«Se acostaba con los hombres para llegar a la cima. ¿La usaban? Sí. ¿Ella los usaba? Sí», dijo Banner. «Mostraba su cuerpo porque quería mantener su poder sobre los hombres».
Pero Rosanna Hertz, profesora de sociología en la universidad Wellesley College, aseguró que Monroe no era la heroína de las mujeres jóvenes.
«Cuando la sexualidad se comercializa, la cuestión para mí es: ¿Quién lo controla?», dijo Hertz.
En todo caso, la historia de Monroe podría verse como una advertencia para las mujeres que tienen la esperanza de que su atractivo les traiga glamour y riqueza.
«Hay que trabajar mucho para convertirse en una esposa trofeo», dijo Hertz. «Es algo que muchas jóvenes tratan de emular». (El programa de televisión) The Bachelorette trata sobre eso. No creo que las chicas que aspiran a eso sepan lo difícil que es: averiguar quiénes son los hombres ricos, perseguirlos…».
Muchas trataron de imitar a Monroe, pero una de las pocas que logró igualar -e incluso superar- su fórmula de sensualidad y estrellato es la cantante pop Madonna.
También ella se tiñó de rubio y se inventó un nuevo nombre, y desarrolló una carrera sinónimo de confianza sexual.
Pero aunque puedan parecerse, Madonna es fuerte cuando Marilyn era frágil y esta es la diferencia fundamental que le permitió a Madonna sobrevivir.
Madonna «es una máquina, siempre bajo control», dijo Grossman. «Marilyn es una precursora de Madonna», agregó Hertz.
FUENTE: Diario UNO de Mendoza.