El ministro de Educación de la Nación dijo que el no cumplimiento implica «violentar un derecho de los chicos y ocultar una información científica y veraz».
«En esta Argentina que accedió a la igualdad de género y al matrimonio igualitario, la Educación Sexual tiene que entrar en las escuelas», dijo el titular de la cartera educativa al inaugurar ayer un encuentro de capacitadores del ESI en la sede del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET).
«La ley existe y hay que cumplirla y nosotros somos responsables de que la ley se cumpla», apuntó el funcionario, quien además indicó que «la actividad del ministerio no termina en el reparto de material, que por cierto es muy bueno, sino en realizar un seguimiento que garantice el cumplimiento».
Como en el caso del Programa Conectar Igualdad, «la demanda de los docentes es capacitación» para poder impartir correctamente los contenidos sobre educación sexual», destacó. En tal sentido, las acciones de capacitación con los docentes «son fundamentales, y durante este año nos proponemos llegar a siete mil escuelas».
Los objetivos centrales del programa ESI son, entre otros, la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos prematuros, el abuso intrafamiliar y la violencia de género.
Sileoni instó a los capacitadores «a dar pelea contra el inmovilismo» y dijo que el objetivo de la cartera a su cargo es hablar de educación sexual integral «porque hay pibes que están siendo violentados».
«Como Estado -agregó- no nos podemos hacer los distraídos porque los embarazos no deseados en niñas de 12 años no afectan a todas las clases sociales por igual. Los abortos clandestinos no se dan en todas las clases sociales por igual. Algunas están más afectadas que otras».
Sileoni precisó además la importancia de comprender que la sexualidad «tiene una dimensión antropológica y, como dicen algunos filósofos, no pertenece al campo de lo que tenemos sino de lo que somos. Entonces, discriminar a alguien por su sexualidad es discriminarlo profundamente en su condición humana».
El ministro explicó que «una de las causas por las que no se aborda en las aulas la educación sexual obedece al miedo a no poder controlar una situación, a no poder responder».