En este especial de charlas con periodistas chilenas presentamos distintos testimonios que hemos reunido en el marco de los “Cabildos de Comunicadores” que se están realizando en Santiago de Chile y que tienen como objetivo principal repensar el oficio en estos días tan convulsionados.
Por Camila Reveco. Lic. en Comunicación Social. Editora de Revista Ophelia / desde Santiago de Chile
Lastarria, Santiago de Chile. Es una de las zonas más concurridas por los turistas; allí hay museos y galerías, artesanos, bares y cafés. Por estas horas, el escenario es completamente distinto. Sus calles se coparon de cientos de miles de manifestantes, carabineros, gases lacrimógenos y fuego. Y allí se reúnen alrededor de ochenta comunicadores de distintos puntos de la Región Metropolitana los miércoles por la tarde, en un intento por debatir sobre la manera en que los medios, y sus trabajadores, están cubriendo esta crisis social y política sin precedentes, que tiene a la clase trabajadora como protagonista y que inició el 18 de octubre pasado.
Pudimos establecer contacto con Alejandra Valle (Valparaíso, 1975) dueña de una extensa trayectoria en televisión, y actualmente interesada en los estudios de género y el feminismo.
(Alejandra Valle, periodista chilena)
Por estos días de rebelión popular, Alejandra ocupa un lugar clave dentro de la organización de los Cabildos que se realizan desde hace un mes con una finalidad muy clara: “es momento de pensar el rol del periodismo”, dice la periodista trasandina y agrega: “es necesario escuchar a la gente que salió a la calle a protestar con carteles que decían que la prensa miente”.
A partir de esa preocupación, Alejandra se refirió primero a la precarización laboral que sufre el sector de la prensa en todo el país, situación que muchas veces, como indica, determina trabajar con “miedo”. “Por eso que cuesta tanto imponerse a los dueños de los medios de comunicación”.
También, menciona lo necesario y primordial que es avanzar en una ley de medios en Chile como también en una organización que “nos permita unirnos y sentirnos apoyados por nuestros compañeros cuando nos presionan”.
Luego, habla sobre el tratamiento que los medios de comunicación han hecho y el preocupante rol que ha ejercido el gobierno de Sebastián Piñera. Alejandra cree que, por sobre todo la televisión, se ha centrado en la violencia. “Pero no en la violencia que ha ejercido el Estado, que a mí -al menos -me parece que mucho más preocupante”. Dice que el Estado “tiene la obligación de protegernos” pero que, por el contrario “ha reprimido, ha torturado, ha matado, ha mutilado, ha ejercido violencia sexual”.
Las cifras los corroboran: según el informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) del 6 de noviembre, desde el 18 de octubre hasta la fecha, son al menos cinco personas las que han muerto a manos de agentes del Estado y más de 1.700 personas han terminado en hospitales. De los heridos se encuentran 519 heridos por perdigones, 338 por armas de fuego no identificadas, 41 por disparos de bala y 35 por balines. Además, más de 177 personas tienen heridas oculares severas. Pero estos datos oficiales estarían subestimando la magnitud de la violencia ejercida por el Estado, dado que la Cruz Roja, había estimado en 2.500 la cifra de heridos hace ya varios días.
El foco, por tanto y desde su punto de vista, ha estado puesto desde el comienzo de las manifestaciones (la gran mayoría de ellas pacíficas) “en el vandalismo o en la poca actividad del comercio”, y es así como estos grupos mediáticos “están siendo parte de este intento de desgaste que trata de generar el gobierno de Piñera, intentan generar una especie de división; que sean los ciudadanos los que se pelean unos con otros… y así, están contribuyendo a que la violencia crezca y no disminuya”, indica Valle.
Luego, esbozó ideas acerca de cómo los comunicadores deberían ejercer su rol:
“Tenemos el deber de contextualizar lo que está pasando. Ahora se muestra en los medios el destrozo (están buscando rating), también deben mostrar la raíz del problema, y la raíz del problema es la violencia del neoliberalismo. Chile es un país que vive en el neoliberalismo más feroz y cruel. Este es un Estado subsidiario que le entrega la mayor parte de los derechos fundamentales de las personas a los privados, y los privados quieren hacer negocios con la salud, la educación, la vivienda… Nos cobran hasta por el agua, que está privatizada”.
Por último, la periodista reflexionó sobre los grupos minoritarios que han generado desmanes en la ciudad. “Esos violentos también son hijos de esta sociedad” y termina:
“Hay cinco millones de chilenos que no han terminado la educación media. ¿Vamos a pretender que esas personas no tengan rabia? Esas personas se sienten “ciudadanos de segunda clase, sin privilegios y sin honor” como ya cantaban Los Prisioneros”.
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