Por Oscar Smoljan Director Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén
Esta muestra que tenemos el orgullo de recibir en el MNBA Neuquén trata de nuestros paisajes patagónicos vistos desde el alma de Marcos Zimmermann, en la cual arde esa antorcha épica de los fotógrafos trashumantes, que recorrían el mundo dando testimonio de lo que veían, que no es lo mismo que solo mirar.
Como Charles Darwin o el Perito Moreno o tantos otros aventureros de leyenda, Marcos se adentra virgen en el territorio insondable del Sur para redescubrirlo a través de la lente de su cámara y nos vuelve a contar la historia de nuestros lugares, nuestros ríos y montañas, pero esta vez con nuevas luces y sombras.
Estos paisajes infinitos donde el cielo dialoga con las nubes nos traen mensajes de la madre tierra, nos narran el pasado, presente y futuro de una región única en el planeta, y a la vez nos marcan nuevos y viejos caminos a transitar. Nos revelan secretos que guardan las montañas o las playas desoladas de aguas tan frías como la misma muerte, nos enseñan perdidos parajes donde la vida late en cada rancho con la fuerza de cada instante. Una formidable colección de narraciones escrita con una cámara y el talento de quien mira a través de la lente.
Esta muestra es hoy, para nosotros, nuestra hoja de ruta construida por uno de los más importantes fotógrafos que ha dado nuestro país. Recorrer esta colección de imágenes irrepetibles, detenernos en cada fotografía, nos permitirá reconocernos a partir de nuestro ambiente, de nuestra naturaleza y de esta, nuestra tierra tan alejada del mundo conocido, como tan cercana a nuestra propia identidad patagónica. Ese es el mejor legado del artista que hoy tenemos el privilegio de recibir en nuestro museo.
FUENTE: diario Río Negro