Arte en barricas en el Paseo de la Costa

Por iniciativa de Bodega Familia Schroeder, 15 artistas participan del concurso llamado Arte en Barricas. Trabajan obras sobre roble. Serán subastadas y lo recaudado será donado al hospital Castro Rendón. El evento finalizará hoy.

En una jornada a pleno sol, el río y el aire libre fueron el escenario ideal para que 15 artistas locales inicien el concurso Arte en Barricas, que organizó Bodega Familia Schroeder con el apoyo del Ministerio de Gobierno, Educación y Justicia de la provincia del Neuquén y de NeuquenTur. Las obras terminadas permanecerán en el Casino Magic hasta fin de noviembre, momento en que se realizará una subasta para donar lo recaudado al hospital Castro Rendón. Además, un jurado premiará a tres artistas por sus trabajos.

“Me parece maravilloso que podamos llevar el arte a cualquier soporte. Intervenir un objeto que además está en desuso en la bodega y que nos sirve a los artistas es un regalo”, dijo la artista Marianela Tisberger.

La actividad comenzó ayer en el Paseo de la Costa y finalizará hoy cuando los participantes presenten sus intervenciones realizadas sobre barricas de roble francés. La particularidad es que el trabajo se realiza al aire libre convirtiendo al sitio en un gran estudio en el que las personas pueden concurrir en forma gratuita y apreciar el trabajo en vivo.

“Me pareció bueno pasar el día todos juntos con una función en común: recaudar fondos y despuntar el vicio en público. Está bien que nos vean trabajar acá porque generalmente lo hacemos solos y es difícil que la gente vaya a los estudios”, señaló Martín Villalba, que en la actualidad expone en la galería 3-60.

La artista Silvana Solari tituló su obra “La magia del vino”, y se observa a una genia metida dentro de la barrica. La técnica que usó fue collage fotográfico, mezclando imágenes de fotos con otras dibujadas y pintadas. “Es como si fuera una lámpara de Aladino, donde vos la frotas y con el vino se te cumplen todos los deseos”, explicó entre risas.

Por su parte, Mauro González eligió como técnica tallar la madera. Dada la fortaleza del roble utilizó una moladora para su creación. El profesor de artes visuales trabaja en dos rostros para dar homenaje a los cosechadores de uvas.

“Sería una escultura de bulto porque podes rodear toda la escultura y de donde la mires te transmite algo. Homenaje a los cosechadores de la uva, que es un trabajo arduo con condiciones climáticas que a veces no son las apropiadas”, concluyó González.

 

FUENTE: diario La Mañana de Neuquén.

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