Una interesante experiencia se vivió ayer sábado en la sede de ANAP, Diagonal Alvear 164, de Neuquén. El artista Miguel Karakachian llevó a cabo la Performance Sumi-e, arte oriental tradicional.
El Sumi-e es un estilo pictórico desarrollado por los monjes zen entre los años 600 y 900 d. de C. como método de meditación. Se propone plasmar la esencia del objeto sin detenerse en los detalles del mismo. Es un desafío, se debe mostrar en la obra el “chi” (ki) o energía usando sólo un pincel, tinta, agua y papel de arroz (delgado y absorbente). Miguel Karakachian mostró en acción todas estas ideas representando los 4 elementos básicos tierra, agua, aire y fuego, y respondió a preguntas e inquietudes del público.
Propuesta de creación de historieta (mini-taller)
Por su parte, Kwaichang Kráneo propuso darle vida a esos personajes que lleva cada uno dentro sin saberlo (o sabiendo) y los dejes salir, los enfrentes con otros y te sorprendas con lo que esas criaturas pueden hacer sobre el papel. No es necesario ser dibujante, basta con aprender un poco de confianza en el lápiz, “esa confianza que tenías cuando eras chico: cuando sabías que los lápices hasta cuando se equivocan, aciertan; porque de los errores nacen los mejores descubrimientos”, expresó.
Los dibujos pueden contar historias, cuando lo hacen, se convierten en historieta. “Todos supimos dibujar de niños, todos contamos historias a cada momento (un chiste o lo que nos pasó en el supermercado). Juntemos las dos cosas y veamos qué nos cuentan sobre nosotros mismos esos dibujos”.
