El músico escribe el libro infantil ‘Outlaw Pete’ sobre un bebé ladrón de bancos
Al músico Bruce Springsteen (Nueva Jersey,1949) y autor del nuevo libro de cuentos infantiles Outlaw Pete ( Simon & Schuster) le gusta leer sobre cosmología: «La lucha de los hombres y de las mujeres para contestar a las preguntas más profundas que podemos plantearnos me parece liberadora”. El libro narra la historia de un bebé que, a su corta edad, es un ladrón de bancos. Las imágenes que acompañan a la obra vienen de la mano del dibujante y autor Frank Caruso.
Pregunta. ¿Qué libros tiene actualmente en su mesilla de noche?
Respuesta. Acabo de terminar Moby Dick, cuya exagerada dificultad me desanimó durante mucho tiempo. Me pareció que era una hermosa historia de las aventuras de un chico, y que no era tan difícil de leer. Una advertencia: uno aprende más sobre ballenas de lo que nunca habría deseado. Por otra parte, no quería que terminara nunca. También El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. Simplemente trataba muchos aspectos del amor humano.
P. ¿Quién es su novelista favorito de todos los tiempos y su novelista favorito que escriba actualmente?
R. Me gustan los rusos, los relatos cortos de Chejov, Tolstoi y Dostoievski. Hasta hace cuatro años, nunca había leído a ninguno de ellos, y me parecieron totalmente modernos desde un punto de vista psicológico. Mis favoritos son Los hermanos Karamazov y, naturalmente, Ana Karenina. Mis preferidos actuales son Philip Roth, Cormac McCarthy y Richard Ford. Es difícil superar Pastoral americana, Me casé con un comunista y El teatro de Sabbath. Meridiano de sangre, el libro de Cormac McCarthy, sigue ocupando un lugar destacado entre mis lecturas. La combinación de Faulkner y de los spaghetti westerns de Sergio Leone es lo que, en mi opinión, le da al libro su chispa. Me encanta la manera en que Richard Ford escribe sobre Nueva Jersey. El periodista deportivo, El día de la independencia y Acción de gracias son algunos de mis libros favoritos y, además de ser conmovedores y muy divertidos, describen perfectamente la costa de Jersey.
P. ¿Quiénes son sus escritores favoritos de Nueva Jersey?
R. Roth, por su humor escandaloso y subido de tono, por su excelencia y por su longevidad. Ford, al que mencioné anteriormente. Y, por supuesto, Walt Whitman es bastante bueno. El verano siempre hace que quiera coger Hojas de hierba durante un rato y sentarme en el porche delantero. Al dejarlo, me siento más contento.
P. ¿Qué libro, si es que hay alguno, influyó más en su decisión de convertirse en músico y compositor o contribuyó más a su desarrollo artístico?
R. Fui muy poco a la universidad porque me convertí en músico de carretera, por lo que no empecé a leer en serio hasta los 28 o 29 años. Por aquel entonces leía a Flannery O’Connor, James M. Cain, John Cheever, Sherwood Anderson y Jim Thompson, el gran escritor de novela negra. Estos autores influyeron mucho en el giro que dio mi música en torno a los años 1978 y 1982. Aportaron un sentido geográfico y la vena oscura a lo que escribía, ampliaron mis horizontes sobre lo que se podía lograr con una canción pop y siguen siendo literalmente la base de lo que intento lograr hoy en día.
P. ¿Quiénes son sus músicos-escritores favoritos? ¿Su autobiografía preferida de un músico?
R. No conozco a músicos novelistas, pero en cuanto a las autobiografías, es difícil superar el amor por la música de Keith Richards que irradia Vida. Memorias de Keith Richards. La autobiografía de Eric Clapton también me pareció sorprendentemente reveladora y muy conmovedora. Y, cómo no, me encantó Crónicas, de Bob Dylan. Hizo que me sintiese orgulloso de ser músico.
P. ¿Qué libros podría sorprendernos encontrar en sus estantes?
R. Leo mucho sobre cosmología y una cantidad razonable de filosofía. También me gusta leer sobre béisbol, y acabo de terminar la autobiografía de Mariano Rivera. En cuanto a la cosmología, Corazones solitarios en el cosmos, de Dennis Overbye, fue uno de mis primeros libros preferidos. La lucha de los hombres y de las mujeres para contestar a las preguntas más profundas que podemos plantearnos me parece liberadora. También me hace ver en su justa medida los pequeños problemas que pueda tener a diario. El libro que me hizo orientarme hacia la filosofía fue Historia de la filosofía occidental, de Bertrand Russell. Acabo de terminar Examined Lives, de Jim Miller, y Cómo vivir. Una vida con Montaigne, de Sarah Bakewell.
P. ¿Cuáles son los mejores libros sobre música que ha leído?
R. En lo más arriba de mi lista sigue estando Mystery Train, de Greil Marcus, seguido de cerca por Elvis: Último tren a Memphis, de Peter Guralnick. Incluiría Crónicas, de Dylan, y un libro reciente de Daniel Lanois, Soul Mining, que brinda la oportunidad de entender mejor cómo se hace la música, y que me pareció distinto de cualquier otro libro que se haya publicado. Sonata for Jukebox, de Geoffrey O’Brien, tiene algunos capítulos preciosos, especialmente sus exposiciones iniciales sobre la carrera profesional de Burt Bacharach.
P. ¿Cuál es el último libro que ha leído que le ha hecho reír?
R. Acción de gracias, de Richard Ford.
P. ¿El último libro que le ha hecho llorar?
R. La carretera, de Cormac McCarthy.
P. ¿El último libro que le ha puesto furioso?
R. Too Big to Fail, de Andrew Ross Sorkin; La gran apuesta, de Michael Lewis, y Someplace Like America, de Dale Maharidge, con fotografías de Michael S. Williamson. Estos son algunos de los libros que he leído sobre el reciente hundimiento financiero, y escribí el prólogo de Someplace Like America. El escándalo delictivo y la insensatez que se describen en estos libros me llevaron directamente a crear mi álbum Wrecking Ball.
P. ¿Qué clase de lector era de pequeño?
R. El primer libro que leí fue El mago de Oz, un verano apacible en el porche delantero de mi casa en Randolph Street, en Nueva Jersey. Recuerdo que el libro y el hecho de leer me entusiasmaron. Con el paso del tiempo, el poderoso Oz se convirtió en mi personaje más querido, que se resume en la fantástica cita que aparece en la película, pero no en el libro: “No prestes atención a ese hombre detrás de la cortina”. Es un impostor, totalmente superado por la situación, que logra salir delante en cualquier caso. “No prestes atención a ese hombre detrás de la cortina”. Una de las grandes citas de la literatura estadounidense.
P. Si tuviese que nombrar un libro que le haya convertido en quien es usted hoy en día, ¿cuál sería?
R. Sería difícil nombrar uno, pero los relatos cortos de Flannery O’Connor me impactaron mucho. Podías sentir dentro de ellos la impenetrabilidad de Dios y los misterios intangibles de la vida que confundían a sus personajes, y que encuentro junto a mí todos los días. Contenían la gótica oscuridad de mi niñez y, sin embargo, hacían que me sintiese afortunado por encontrarme en el centro de este puzle tenebroso que gira, con las estrellas dando vueltas en lo alto y la tierra apenas debajo nosotros.
P. Si fuese a organizar una cena con tres escritores, ¿a quién invitaría?
R. Philip Roth, Keith Richards, Tolstoi, y uno más, Bob Dylan. Tienen mucha experiencia vital, y la conversación en diferentes idiomas sería maravillosa.
P. ¿Qué libros vuelve a releer una y otra vez?
R. No leo muchos libros dos veces, pero las novelas de Jim Thompson – por su poder sucio y conciso, y por su pureza y su violencia despiadada – siempre pueden hacer que las vuelva a leer una segunda vez. Son algunas de las novelas policiacas más psicológicas que se han escrito nunca. Me encantan James M. Cain y Elmore Leonard, pero Jim Thompson ocupa un lugar especial en mi corazón.
P. ¿Qué libros se avergüenza de no haber leído todavía?
R. Leí Las uvas de la ira muy tarde, mucho tiempo después de haber escrito la canción de Ghost of Tom Joad. Sin embargo, acabó siendo como esperaba que fuese. No he leído Al este del Edén todavía, y me gustaría hacerlo.
P. ¿Cuál es el siguiente libro que tiene previsto leer?
R. Me encantó Las aventuras de Augie March, de Saul Bellow, y alguien acaba de regalarme Henderson, el rey de la lluvia, por lo que puede que sea el siguiente.
FUENTE: diario El País