Ayer, a las 18, quedó inaugurado el encuentro. Conferencias, talleres y stands hasta el domingo.
Para los amantes de la literatura, para los que buscan clásicos o best sellers, para los que se maravillan con las ediciones cada vez más cuidadas, con ilustraciones que merecen un cuadro; para los que bucean entre las rarezas. Una Feria del Libro es siempre un buen lugar de reunión para todos ellos. Y sobre todo para que los libros se encuentren con sus lectores y con toda clase de lectores.
Con ese objetivo, pero también para completar su oferta cultural, como espacio de intercambio y como centro de reunión de autores y lectores, la Fundación Cultural Patagonia (FCP) abrió ayer esta Primera Feria del Libro Patagónica, en Roca.
Con una ceremonia muy breve y discreta, a la que asistieron el gobernador, Alberto Weretilneck y el intendente de Roca, Martín Soria, quedó inaugurado el encuentro literario, poco después de las 18.30
Para las 18, hora en la que se había anunciado la apertura de la Feria, el sitio ya estaba lleno de curiosos e interesados que se paseaban entre los stands.
El Centro de Convenciones de la FCP, ubicado en San Luis 2080, es el punto de reunión de esta actividad que se desarrollará hasta el domingo.
Allí no sólo están los stands de las editoriales y librerías sino que allí también se realizan las charlas de los escritores que visitan este primer encuentro, y entre los que figuran Mempo Giardinelli (que estará mañana), Cristina Ramos, y Pilar Sordo.
Ayer, fue el turno de Liliana Bodoc, que disertó sobre «El arte y la palabra en tiempos de humanismo», y de Héctor Pérez Morando, que habló de «El primer libro patagónico y su autor».
Quienes van a buscar libros, se encontrarán con espacios destinados a las novedades y también a las ofertas.
El primero, en el Centro de Convenciones, reúne los stands de Ediciones en danza, Robin Cook (con muy buenos libros de jazz, por ejemplo), la Editorial Biblos (con bellas ediciones de libros infantiles); Océano y Uranito (que tienen tanto libros para adultos como para los más pequeños), Adan Buenosayres (la librería porteña que trajo a Roca una muy interesante y recomendable mesa de saldos, y la editorial Tusquets (con los últimos títulos de Murakami y Mankell, además de su completa edición Fábula).
Desde Buenos Aires también vinieron, en un stand que comparten, las nuevas editoriales Adriana Hidalgo, La Bestia Equilátera, Eterna Cadencia y Bajo la luna, con un catálogo que vale la pena revisar porque no son textos que se encuentren en la región. Cuentos reunidos de Felisberto Hernández, de Francis Scott Fitgerald; libros de Hebe Uhart, del Nobel Le Clezio, y una preciosa y moderna colección infantil, forman parte de este stand.
En el mismo salón está el stand de Bookucas que ofrece libros personalizados, lo que puede ser un buen regalo para el día del niño que se acerca.
En la globa –a la que se accede por fuera del Centro de Convenciones– están los stands de dos librerías de Roca (de la Fe y Roca libros), del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), de Ediciones del Cedro y de Patagonia Sur. También en esta globa hay una interesante mesa de saldos en la que incluso se puede encontrar aquella vieja colección Robin Hood de libros para niños.
En cualquiera de estos sitios, pero también en las charlas y en los talleres que se dictarán en la Biblioteca Popular, los libros son y serán protagonistas. Quedan cuatro días dedicados a ellos en un nuevo espacio que se abre con el objetivo y la esperanza de quedarse.
FUENTE: diario Río Negro