Considerado una de las figuras musicales más influyentes de la historia, Beethoven quedó completamente sordo en 1819.
Ludwig van Beethoven nació en Bonn, Alemania, en el año 1770. Vivió en su ciudad natal hasta 1792 y el resto de su vida la pasó en Viena, donde murió en 1827. El músico comenzó a desarrollar la sordera alrededor del año 1800.
Quién fue Beethoven
Beethoven fue un compositor alemán considerado el mejor que jamás haya existido, asegura la Enciclopedia Britannica. Nació en el seno de una familia de músicos y, de acuerdo con la Asociación Beethoven-Haus Bonn (fundada en 1889 con el objetivo de preservar su obra y patrimonio), su primera aparición pública como pianista fue en 1778 en la ciudad alemana de Colonia.
El músico recibió influencias de otros artistas como Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn y compuso música en el período de transición entre la época clásica y la romántica.
Cómo se quedó sordo Beethoven
Beethoven no nació sordo. Sus primeros síntomas se manifestaron alrededor del año 1800. Es decir, cuando tenía 30 años aproximadamente. Al principio, señala la Enciclopedia, manifestaba oír zumbidos y pitidos en los oídos. Tiempo después, comentó que de lejos no lograba escuchar las notas agudas de los instrumentos ni las voces de los cantantes. Su sordera no fue total hasta 1819.
A través de una narrativa musical sobre la sordera de Beethoven disponible en el sitio web de la Asociación Beethoven-Haus Bonn es posible conocer cómo la dificultad para oír fue afectando al músico.
Según ese documento, incluso en el primer periodo de su enfermedad Beethoven habría escuchado su música con algunas restricciones como consecuencia de que tenía tinnitus, un zumbido constante en los oídos. Además, padecía hiperacusia, es decir, una sensibilidad poco común a ciertos sonidos que habría afectado su percepción.
Como consecuencia del malestar, Beethoven consultó a diversos profesionales y probó varias terapias que no dieron resultado contra el trastorno auditivo. De acuerdo al escrito, alrededor de 1814 o 1815 estaba prácticamente sordo del oído derecho.
A través del Testamento de Heiligenstadt, una carta de despedida escrita en 1802 para sus hermanos Karl y Johann, Beethoven confesó que la pérdida de audición, que hasta entonces había mantenido en secreto, le había impedido unirse a otras personas, haciéndolo solitario e infeliz.
No obstante, la discapacidad auditiva no fue un impedimento para este músico, dado que algunas de sus obras más importantes fueron compuestas estando parcial o totalmente sordo, señala la Enciclopedia. De hecho, es probable que nunca escuchara una sola nota de su obra magna, la sinfonía número 9 en re menor.
Según finaliza el escrito de la Asociación, a pesar de la dificultad para escuchar, Beethoven se sintió inspirado para escribir más y más obras nuevas hasta el final de su vida. Quería que a la novena sinfonía le siguiera una décima. Alcanzó a escribir 48 compases antes de morir, que posteriormente fueron publicados como El último pensamiento musical de Beethoven en una versión para piano.
Fuente: National Geographic