Desaparecida la humanidad, las plantas repoblarían las calles de las ciudades en pocos años.
La ciencia tiene miles de preguntas y curiosidades tan apasionantes que uno jamás podría abarcarlas todas. José Antonio López Guerrero JAL, profesor de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid, investigador y director del Departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, se ha enfrentado a este reto para abordar, con intención divulgativa y de una forma sencilla y directa, algunas de las más interesantes en un libro llamado «Ciencia Exprés» (ELAM Editores). Las que siguen son algunas de esas cuestiones, pero en su trabajo hay muchas más igual de fascinantes que se refieren a las últimas investigaciones sobre la aparición de la vida, el comportamiento humano, los misterios del Universo o la diversidad del mundo animal. Empezamos con cómo sería la Tierra si el hombre desapareciera de un plumazo:
Como especie absolutamente voraz, uno podría pensar que al planeta le iría bastante mejor sin las suelas de nuestros zapatos pisando su superficie. López Guerrero echa mano de otro libro, «The World without us» (El mundo sin nosotros), del divulgador científico Alan Weisman, para responder a esta cuestión. Según Weisman, una vez desaparecida la humanidad, las plantas repoblarían las calles de las ciudades en pocos años, pero habría que esperar miles para que la Tierra recuperara su pureza preindustrial y los océanos volvieran a ser completamente saludables, aunque «los niveles de CO2 anteriores al hombre no se recuperarían hasta pasados cientos de miles de años». Eso sí, las especies que hemos domesticado, como vacas, ovejas u otros animales de granja, podrían no ser capaces de adaptarse y también correrían peligro de esfumarse.