En este especial de charlas con periodistas chilenas, que hemos tenido en el marco de los “Cabildos de Comunicadores” que se están realizando en Santiago de Chile, compartimos en esta oportunidad las impresiones de Cristina Carrillo. “Chile despertó y el periodismo tiene que despertarse y mantenerse despierto”, dice.
Por Camila Reveco. Lic. en Comunicación Social. Editora de Revista Ophelia / desde Santiago de Chile
Photo by Muhammed Emin Canik/Anadolu Agency via Getty Images
Cristina Carrillo es periodista y se desempeña en el ámbito de la gestión cultural como encargada de comunicaciones para diferentes proyectos de arte y de patrimonio. Desde el estallido social del pasado 18 de octubre en Chile, ha participado de varios cabildos temáticos y especialmente en el de comunicadores, que fue organizado por el grupo autodenominado “Comunicadores organizados”.
Cristina Carrillo, periodista chilena
La idea de estos cabildos o asambleas, surge de la necesidad de la gente por compartir sus experiencias, demandas y expectativas de cambio. Es la forma en la que el pueblo chileno se está reuniendo a dialogar para conocerse y hacer política.
“Tiene una parte terapéutica, por así decirlo, porque al principio de la conversación la gente comparte su apreciación de los hechos, respondiendo a la pregunta: “¿cómo es que hemos llegado hasta aquí?” y es a través de esas respuestas que se van visibilizando las demandas de más equidad, más justicia social”, explica Cristina.
Pero también, los cabildos tienen una parte más propositiva en el que las demandas buscan transformase en propuestas de acciones concretas.
“Si bien estas asambleas no tienen carácter vinculante, y aun no hay una total claridad de qué es lo que se va a hacer con la sistematización de la información que se ha estado recogiendo en todo el país, y tampoco se sabe quién la va a canalizar, lo cierto es que ha sido un primer paso para volver a escucharnos, para salir del individualismo en el que nos encontrábamos como sociedad”, afirma.
En relación a los medios y su rol, la periodista opina que los medios, desde el momento del estallido, se han enfocado principalmente en la “criminalización del movimiento social, en el vandalismo, los saqueos, los incendios, las barricadas y los daños materiales” y agrega que todo esto ha sido “en un tono bastante dramático y a veces hasta caricaturesco”.
“Nunca olvidaré –recuerda- el reloj con cuenta regresiva que aparecía en televisión y que marcaba los minutos faltantes para el toque de queda. Era un espectáculo bastante ridículo, era como estar esperando el Año Nuevo”.
También se refirió a la importancia de las redes sociales:
“Allí se denunciaron otros hechos, como el abuso y las violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas, y también se mostró cómo el resto del país estaba manifestándose: de Arica a Punta Arenas, y lo hacían respectándose y de forma pacífica. Eso dio mucha fuerza, o hizo posible, de que los medios, y sus rostros, se apartaran de la tónica de alimentar el miedo. Se sintieron presionados y tuvieron que empezar a cambiar, a abrirse a otras imágenes, testimonios e historias porque el rol del periodista, su ética, a fuertemente cuestionado en estos días”.
Más adelante se explaya en la forma en que los medios han contribuido en formar opinión en la ciudadanía: “Han privilegiado más bien temas de entretenimiento y por supuesto han influido en los patrones de consumo. Fueron los grandes medios los que se hicieron cargo de transmitir la imagen del “oasis” del que habló el presidente Piñera. Pero nada más alejado de la realidad” pero agrega que, a su vez, también es cierto que se han conocido gracias a la prensa los casos más grandes de corrupción por parte de las Fuerzas armadas, los políticos y empresarios chilenos.
Entonces si bien nos han alimentado con mucha información chatarra y con una imagen de Chile bastante sesgada y poco real, también nos han ido dando estos insumos que finalmente colmaron la paciencia de las personas”.
Sobre la forma en que los medios deberían informar, Cristina Carrilo cree que, ante todo, los comunicadores tenemos que intentar avanzar cada vez más en el pluralismo.
“Que no sean los mismos de siempre los invitados, que se amplíen las fuentes, los expertos… que se amplíe el enfoque. Hay que intentar mostrar las cosas de la forma más completa posible. También hay que ser más agudos, estar más atentos, ser más críticos. Escuchar activamente asumiendo el rol de mediadores de la información. Que aportemos confianza y empatía y que se alimente el pensamiento crítico de las personas”.
Finalmente, la periodista expresó que es necesario comunicar de una manera más democrática, no sólo en su acceso sino también en el uso del lenguaje, en la forma en como trasmitirnos la información para que sea más comprensible.
“Esto sería lo ideal en realidad en cualquier momento. Debería ser así siempre, pero es sobre todo ahora en esta situación de crisis que se hace más necesario ahondar en ello. Chile despertó y el periodismo tiene que despertarse y mantenerse despierto”, cierra.
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Emigrar en latinoamérica es como cambiarse de pieza en el titanic!!!