El aparente retroceso del planeta se produce durante unas semanas cada cuatro meses. Esto es lo que ocurre realmente.
Mercurio se ve en una imagen tomada por la sonda MESSENGER de la NASA desde una distancia de unos 27 000 kilómetros. Varias veces a lo largo del año, el planeta parece moverse hacia atrás desde nuestra perspectiva en la Tierra.
Desde una pelea con tu pareja hasta la rotura de una pieza del coche, a menudo se culpa a Mercurio, el planeta más cercano al Sol, de las grandes y pequeñas desgracias de la vida.
Es posible que escuches responsabilizar a «Mercurio retrógrado», en alusión a cómo el planeta parece retroceder en su marcha a través de nuestro cielo durante unas pocas semanas aproximadamente cada cuatro meses. Esta temporada, ocurrirá del 23 de agosto al 14 de septiembre.
El aparente movimiento retrógrado de Mercurio es un fenómeno astronómico real, pero su conexión con los acontecimientos en la Tierra (astrología) está ampliamente refutada como pseudociencia. Aun así, la idea de que este pequeño planeta tiene poder sobre nuestra comunicación es popular en Occidente.
El movimiento retrógrado ha captado la atención de los observadores del cielo durante milenios. La interpretación astrológica actual de los movimientos de los planetas hunde sus raíces en las antiguas tablillas grabadas por los primeros astrónomos.
¿Qué ocurre cuando Mercurio está retrógrado?
En realidad, Mercurio no retrocede en su órbita alrededor del Sol. El movimiento retrógrado es una ilusión óptica causada por todos los planetas que se mueven a velocidades diferentes unos de otros.
Es como conducir por una autopista con varios carriles en la misma dirección, explica Carolyn Ernst, científica planetaria del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos y vicepresidenta del Grupo de Evaluación de la Exploración de Mercurio de la NASA. Si adelantas a un coche en otro carril que va más despacio, puede parecer que se mueve hacia atrás en comparación contigo, a pesar de ir en la misma dirección, y viceversa. Eso es lo que ocurre cuando Mercurio da la vuelta a la Tierra.
En medio de las antiguas ideas de los astrónomos sobre los cielos, centradas en la Tierra, un cuerpo celeste que pareciera moverse hacia atrás habría presentado un llamativo enigma. De hecho, el aparente movimiento retrógrado de los planetas se documentó en una época muy temprana de la historia de la humanidad.
Primeras observaciones de Mercurio retrógrado
Según Mathieu Ossendrijver, historiador de la ciencia antigua, asiriólogo y astrofísico de la Universidad Libre de Berlín (Alemania), Mercurio retrógrado fue documentado probablemente por primera vez por astrónomos babilonios en torno al siglo VII a.C..
Aquellos antiguos astrónomos grabaron diarios astronómicos en tablillas de arcilla en los que describían detalladamente el movimiento de los planetas, incluido el de Mercurio, que parecía ralentizarse y girar sobre sí mismo. Los astrónomos babilonios también crearon fórmulas para predecir dónde aparecerían en el cielo los cuerpos celestes.
«Tenían una comprensión matemática muy clara de ese movimiento», asegura Ossendrijver.
«En Babilonia, los planetas y las estrellas se consideraban manifestaciones de los dioses», añade. Así que cualquier movimiento o fenómeno relacionado con los planetas se consideraba una señal que había que interpretar sobre el destino del «rey o del país«, dice. Los horóscopos más centrados en el individuo llegaron más tarde, hacia el 400 a.C.
Otro conjunto de tablillas cuneiformes detallaba cómo interpretar el movimiento de los cuerpos celestes. Por desgracia, la tablilla que interpretaba el movimiento de Mercurio se ha perdido, señala Ossendrijver, así que no sabemos qué presagios veían los babilonios en Mercurio retrógrado.
Lo que sí sabemos es que el nombre babilónico del planeta Mercurio «significa algo así como ‘el saltarín’«, dice Ossendrijver. «Es un planeta que salta de un lado a otro, es por supuesto el planeta más rápido, y por tanto hay algo de peculiar en Mercurio en el cielo, algo mercurial, podría decirse, que los babilonios ya veían en este planeta».
Cómo cambió la opinión de Occidente sobre la astrología
La idea de que las posiciones y el movimiento de los cuerpos celestes podían predecir el destino de una nación, un gobernante, una cosecha o un acontecimiento perduró como una creencia muy asentada en la Europa medieval.
«Alguien muy poderoso acudía a un astrólogo y le decía: ‘Quiero asediar un castillo o atacar a mis enemigos, ¿cuál es un buen momento?», explica Nicholas Campion, director del Centro Sophia para el Estudio de la Cosmología en la Cultura de la Universidad de Gales Trinidad San David (Reino Unido).
Se creía que Mercurio retrógrado obstaculizaba estos esfuerzos, así como las adivinaciones de los astrólogos. De hecho, añade Campion, algunos astrólogos podían decir que no podían leer la carta cuando Mercurio estaba retrógrado.
Aun así, «no se habría tomado ninguna decisión astrológica basándose exclusivamente en Mercurio retrógrado», indica Campion. Un astrólogo tendría en cuenta todo el horóscopo a la hora de responder a una pregunta, continúa..
Según cuenta Campion, la astrología se hizo popular en Europa ya en el siglo XII, y atrajo a más entusiastas tras la invención de la imprenta mecánica en 1439. Aún no se había separado de la astronomía, como ocurre hoy.
Pero las cosas empezaron a cambiar en pocos siglos, probablemente debido a una combinación de factores políticos, culturales y científicos.
En 1543, Nicolás Copérnico propuso que nuestro sistema planetario giraba en torno al Sol, no a la Tierra. Cuando Galileo empezó a observar el cielo con telescopios a principios del siglo XVII, el modelo heliocéntrico se impuso, lo que «para mucha gente hizo que la astrología fuera un poco menos probable», afirma Campion.
También pudo existir un componente político que mermara el interés por la astrología, añade. Durante las tensiones que rodearon las guerras civiles inglesas a mediados del siglo XVII, la astrología se asoció con los puritanos radicales que derrocaron la monarquía en 1649. Una vez restaurada la monarquía, todo lo que se consideraba radical retrocedió.
Hacia 1700, la consulta astrológica sobre el destino personal y el uso de horóscopos personales «prácticamente desaparecieron de Europa… y la gente culta ya no los tomaba en serio», repasa Campion. La astrología solo perduró en la publicación de almanaques mensuales o anuales.
Un fenómeno moderno
La astrología del horóscopo empezó a resurgir en la década de 1920, según Campion, con columnas periódicas en los periódicos que describían predicciones para los 12 signos del zodiaco. Pero la popularidad del concepto de Mercurio retrógrado ha sido una tendencia más reciente, sobre todo en los últimos cinco años, acota Jennifer Freed, astróloga con un doctorado en psicología.
Retrógrado es un concepto ajeno a los signos del zodiaco, por lo que puede resultar atractivo para las personas que se inician en la astrología, afirma. «Es adyacente a la experiencia de todos. Nadie se queda fuera de la conversación».
¿Quieres ver a Mercurio retrógrado en el cielo?
Debido a su velocidad, Mercurio se vuelve retrógrado varias veces en un año terrestre. Después de estar retrógrado del 23 de agosto al 14 de septiembre, el planeta volverá a retroceder del 13 de diciembre al 1 de enero de 2024.
Tal como explica Ernst, los observadores atentos podrán ver cómo Mercurio parece ralentizarse y luego invertir su dirección durante esos periodos. El truco consiste en observar dónde se encuentra Mercurio en el cielo en relación con las estrellas o constelaciones cada noche despejada, y tomar nota de ello. A lo largo de las noches, esos trazos mostrarán que el pequeño planeta parece ralentizarse en su progresión a través del paisaje estelar y luego vuelve sobre sí mismo, antes de continuar.
Fuente: National Geographic LA