Curiosidades de un 25 de Mayo de 1810

0008286549Recopilación de algunos datos inéditos o peculiares de la Semana de Mayo que, a veces, no aparecen en todos los libros de historia.

-Tres de los nueve miembros de la Primera Junta no nacieron dentro de los límites actuales de la Argentina. Cornelio Saavedra nació en Hacienda de la Fombera (Potosí), hoy Bolivia, y Domingo Matheu y Juan Larrea eran españoles, oriundos de Cataluña.

-El integrante más joven de la Primera Junta era Juan Larrea, quien tenía sólo 23 años en el momento de su formación. El integrante más viejo era Miguel de Azcuénaga, de 55 años. La edad promedio de todos los miembros, en 1810, era de 43 años.

-En 1795, el inventario de mercaderías de una tienda porteña constató que había allí 27 paraguas de hule, que se vendían a 4 reales cada uno. Por lo tanto, resulta verosímil la tradicional – pero controvertida – imagen que muestra a los vecinos de la ciudad de Buenos Aires protegiéndose con paraguas frente al Cabildo aquel lluvioso viernes 25 de mayo de 1810.

-El vocal Manuel Belgrano, que tenía 39 años en 1810, era abogado y había ingresado en 1807 en el Regimiento de Patricios con el rango de sargento mayor. Domingo French, de 36, se había desempeñado como cartero antes de iniciar la carrera militar. La Primera Junta le otorgó el grado de coronel.

-Muchas familias criollas bautizaron a sus hijos con nombres alusivos a la revolución de mayo. Por ejemplo, un padre llamó a su flamante primogénito Primo Patricio Liberato.

-La construcción del Cabildo, tal como lo conocieron los patriotas en la época de la revolución, se realizó entre los años 1725 y 1764. El edificio sufrió modificaciones en los años 1861,1880, 1889, 1931 y 1940.

-El periódico de la Revolución de Mayo, llamado la Gazeta de Buenos Aires, fue el antecedente de lo que hoy en día se conoce con el nombre de Boletín Oficial de la República Argentina. Si bien su primera aparición fue semanal, con el correr de los años se transformó en una publicación diaria.

-No todo el mundo pudo concurrir al Cabildo Abierto. Los únicos autorizados –además de los políticos y militares- eran los vecinos casados, afincados y arraigados en Buenos Aires. En total se reunieron alrededor de 200 personas.

-La mujer honrada y de buenas costumbres solo tenía tres oportunidades para salir de su casa: el bautismo, el casamiento y su entierro. Fuera de éstas, su influencia estaba atada a los secretos de familia. Su ámbito social eran las tertulias.

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