Exhiben en EE.UU. una réplica del titanosaurio. Fue hallado en 2013 en Chubut y desde ayer lo exhiben en el Museo de Historia Natural de Manhattan. Vivió hace unos 100 millones de años y medía 40 metros de la cola a la cabeza.
La nueva máxima atracción del Museo de Historia Natural de Nueva York –el mismo en el que se filmó la película Una noche en el museo– tiene ahora sello argentino: con una solemne ceremonia en el edificio ubicado frente del Central Park, se inauguró ayer en medio de una ola de aplausos la primera réplica del impresionante titanosaurio que se encontró en 2013 en la Patagonia. Con 40 metros de largo, es el dinosaurio más grande que se ha hallado en el mundo.
Después de un conteo regresivo apareció la maravilla cuando se descorrió el telón: tan grande es el titanosaurio que la cabeza asoma por la puerta de la inmensa sala donde está exhibido. “Queríamos compartir este descubrimiento no sólo con los argentinos sino con el resto de la comunidad internacional y el mejor lugar que podemos pensar es New York, el museo de Historia Natural”, dijo a Clarín el paleontólogo Diego Pol, del Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Chubut. Allí habrá una réplica similar, que ya está armada pero aún no se exhibió al público.
Los restos del animal fueron descubiertos en 2013 por un grupo de paleontólogos del Feruglio a unos 260 kilómetros al oeste de Trelew. La especie herbívora habría habitado la región a principios del Cretácico Superior, hace aproximadamente 100 millones de años, y se cree que pesaba unas 70 toneladas (el equivalente a casi 10 elefantes) mientras que habría alcanzado unos 40 metros de cabeza a la cola, con una altura probable de 20 metros con el cuello erguido. Los científicos hallaron entonces casi el 70% de los huesos del titanosaurio, que incluye un fémur inmenso, un húmero y una escápula, cuyos originales también se exhiben junto a la réplica en Nueva York.
“Es el dinosaurio gigante más completo encontrado hasta ahora. Nos muestra cómo eran realmente estos gigantes, que hasta el momento eran una incógnita porque sabíamos que existían dinosaurios de este tamaño pero no conocíamos esqueletos completos. Esta es la primera vez que realmente podemos entender cómo estaban construidos, qué adaptaciones tenían con este tamaño tan descomunal”, explicó Pol, que lideró las excavaciones en la Patagonia.
Mark Norell, el jefe del departamento de paleontología del museo estadounidense, quería que en ese edificio, que alberga ejemplares únicos de todo el planeta, se presentara al público por primera vez a ese inmenso dino patagónico. “Es un hallazgo increíble”, señaló y agregó que, aunque llevará décadas descifrar la importancia del descubrimiento “lo importante ahora es saber que hay criaturas realmente inmensas allí afuera y que la investigación logrará desentrañar como esos animales pudieron existir”.
Norell dijo que en un principio consideraron exhibir solo algunos de los restos del ejemplar, pero luego decidieron que una réplica del esqueleto entero sería mucho más impactante. Ellen V. Futter, la presidenta del museo, predijo que el titanosaurio –que todavía no tiene nombre– “se unirá a los íconos del museo”, como la majestuosa ballena azul que cuelga del techo en la sala de la Vida Oceánica o el esqueleto del tiranosaurio rex.
La copia del dino argentino fue moldeada en Canadá, por el experto Peter May, que se valió de imágenes digitales de los restos del fósil que está en nuestro país para crear primero un molde de fibra de vidrio liviana, que llenó de espuma para mantener la forma.
Pol dijo que la exhibición es un espaldarazo para la ciencia local y nuestro país. “Al mostrar los descubrimientos que se pueden hacer en Argentina, la riqueza que tiene la paleontología argentina y sus casos exitosos como este, también se muestran las maravillas naturales que tenemos en la región”.
FUENTE: Diario Clarín