La gruta que cuenta con antiguas pinturas rupestres, es «un testimonio único y excepcionalmente bien conservado», según declara la Unesco.
La Cueva de Chauvet, donde se encuentran una de las pinturas rupestres más antiguas conocidas al día de hoy, fueron inscritas este domingo en el Patrimonio Mundial de la Unesco.
La inmensa gruta, situada 25 metros bajo tierra en una meseta calcárea del sur de Francia, es «un testimonio único y excepcionalmente bien conservado», según el texto de la decisión adoptada por el Comité del Patrimonio Mundial del organismo.