¿Por qué el arte causa placer?
15 de abril, fecha de nacimiento del gran genio del Renacimiento italiano, la fecha avalada por la UNESCO y propuesta en la XVII Asamblea General de la Asociación Internacional de Artes Plásticas
El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos. El Día Mundial del Arte, es el 15 de abril, fecha de nacimiento del gran genio del Renacimiento italiano, Leonardo da Vinci, y avalada por la UNESCO y propuesta en la XVII Asamblea General de la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP), realizada en abril de 2011 en Guadalajara, con la que se busca promover el gusto por la pintura, escultura, dibujo y grabado en los diversos países del orbe, teniendo como figura emblemática al inmortal autor de La Mona Lisa. Los cuatro puntos principales redactados para la propuesta de la UNESCO acerca del Día Mundial del
Arte son: acercar el mundo de las artes a la comunidad global, crear conciencia de la importancia de las artes en el mundo, informar a la sociedad acerca de las diferentes opciones de expresión actuales y revalorar los aspectos sociales y económicos del mundo del arte. El arte causa placer Si te sientes decaído, prueba a darte una vuelta por una pinacoteca. Semir Zeki, experto en neurobiología y neuroestética del University College de Londres (Reino Unido), ha demostrado que contemplar una bella obra de arte produce en tan sólo 10 segundos un aumento inmediato del flujo sanguíneo en zonas del cerebro relacionadas con el placer.
El efecto equivale a la sensación de estar enamorado. Concretamente, en un experimento con 28 sujetos sin conocimientos previos de arte, Zeki comprobó que las obras que más placer producen son las del paisajista inglés John Constable y las del pintor neoclásico francés Dominique Ingres. Por otra parte, admirar una imagen artística acompañada de música clásica genera más respuestas emotivas que colocarse ante la misma pintura en ausencia de sonido, según revelaba una reciente investigación realizada en la Universidad de Zurich (Suiza). Algunos expertos sugieren que este efecto podría deberse a que la música y el arte pictórico están íntimamente ligados en el cerebro, aunque sólo las personas sinestésicas -que asocian percepciones de sentidos diferentes, por ejemplo escuchando colores u oliendo sonidos- son conscientes de esa conexión. De hecho el pionero del arte abstracto Wassily Kandinsky, que era sinestésico, dijo en cierta ocasión que tenía la esperanza de que sus cuadros pudieran “ser escuchados”.
Fuente: Reporteros Hoy
Si te sientes decaído, prueba a darte una vuelta por una pinacoteca. Semir Zeki, experto en neurobiología y neuroestética del University College de Londres (Reino Unido), ha demostrado quecontemplar una bella obra de arte produce en tan sólo 10 segundos un aumento inmediato del flujo sanguíneo en zonas del cerebro relacionadas con el placer. El efecto equivale a la sensación de estar enamorado. Concretamente, en un experimento con 28 sujetos sin conocimientos previos de arte, Zeki comprobó que las obras que más placer producen son las del paisajista inglés John Constable y las del pintor neoclásico francés Dominique Ingres.
Por otra parte, admirar una imagen artística acompañada de música clásica genera más respuestas emotivas que colocarse ante la misma pintura en ausencia de sonido, según revelaba una reciente investigación realizada en la Universidad de Zurich (Suiza). Algunos expertos sugieren que este efecto podría deberse a que la música y el arte pictórico están íntimamente ligados en el cerebro, aunque sólo las personas sinestésicas -que asocian percepciones de sentidos diferentes, por ejemplo escuchando colores u oliendo sonidos- son conscientes de esa conexión. De hecho el pionero del arte abstracto Wassily Kandinsky, que era sinestésico, dijo en cierta ocasión que tenía la esperanza de que sus cuadros pudieran «ser escuchados».