El británico Lee Hadwin, a quien se le diagnosticó sonambulismo, pinta sólo durante la noche y asegura no acordarse de nada de lo que hace al día siguiente.
Lee Hadwin es un galés que se está haciendo muy famoso por sus increíbles dibujos, más allá de su estética, lo que fascina es el hecho de que los dibuje dormido. Así como hay personas sonámbulas que caminan dormidas, Lee es un artista nocturno desde los 4 años y ahora algunos de sus dibujos se subastan por cientos de miles de dólares. ¿Lo más curioso de todo? Hadwin es un pésimo dibujante estando despierto ¡y ni siquiera le interesa el arte!
La historia de Lee Hadwin es de no creer, ya lleva más de 200 obras realizadas durante sus noches de arte nocturno y está revolucionando, no sólo el mundo de coleccionistas, sino también de los científicos que estudian el sueño. Recientemente fue sujeto de estudios en el Centro del Sueño de Edimburgo y los expertos no han podido determinar exactamente qué es lo que le pasa a Hadwin cuando está dibujando.
Este extraño comportamiento empezó cuando Hadwin tenía unos 4 años y garabateaba paredes y muebles. A partir de los 15 años, estas manifestaciones se hicieron cada vez más frecuentes y complejas. Muchas mañanas Lee se despertaba para encontrar todo su dormitorio repleto de dibujos por cualquier lado y a veces también sucedía en otras habitaciones de su casa. En la actualidad Los episodios artísticos se producen luego de que Lee haya bebido en exceso la noche anterior y confiesa que a la mañana siguiente no se siente para nada bien, a menudo se levanta con migraña y mucho cansancio.
Lee Hadwin, el dibujante sonámbulo que asombra al mundo.
Estando despierto, Lee no sólo no puede copiar sus obras nocturnas, sino que ni siquiera puede dibujar algo ni remotamente complicado. La mayor parte de sus obras son en blanco y negro, por más que ha dejado lápices de colores infinidad de veces al costado de la cama, simplemente los ignora, aunque tiene periodos en que los utiliza. Al principio, la mayoría de sus dibujos eran de caballos, pero a medida que fue corriendo el tiempo, se empezaron a volver más y más sofisticados, incluyendo retratos, paisajes y escenas surrealistas.