El catálogo completo de obras encontradas en Alemania no será divulgado. Las más de 1.400 piezas de artistas como Picasso, Chagall o Dix se mantendrá en reserva hasta concluir la investigación. El hallazgo podría ser el más importante de todo el siglo XX.
A 48 horas de hacerse conocido, ya ha sido llamado el «Tesoro de Munich». Una colección de más de 1.400 obras de arte encontradas en un departamento de Berlín, y que incluyen piezas de Marc Chagall, Otto Dix, Canaletto, Courbet, Picasso, y Toulouse-Lautrec, entre otros.
Se trata de 1.285 cuadros no enmarcados y 121 enmarcados, el más antiguo fechado en el siglo XVI y todos, al margen de la suciedad y el polvo, en perfecto estado. Estaban en el departamento de Cornelius Gurlitt, hijo del marchante de arte Hildebrand Gurlitt, quien colaboró con el régimen nazi en la venta de las obras de arte decomisadas a familias o galeristas judíos.
La colección fue encontrada en febrero de 2012 al ser allanada la propiedad de Gurlitt, quien era investigado por evasión fiscal. Pero hoy, en conferencia de prensa, se anunció que la lista completa de las obras no será divulgada pero que se recibirán las reclamaciones de posibles dueños, según aclaró la Fiscalía de la ciudad alemana de Augsburg. Además, las piezas no fueron presentadas a la presna, y sólo se conocieron a través de proyecciones. «Las pinturas estaban almacenadas profesionalmente y en muy buenas condiciones», dijo además Siegfried Kloeble, responsable de la oficina de investigación de aduanas de la ciudad.
La mayor parte de las obras son parte de lo que el nazismo llamó «arte degenerado», obras modernas que iban en contra de la ideología en boga, y que fueron retiradas de museos alemanes en 1937, por orden de Hitler. Hildebrand Gurlitt tenía un salvoconducto para entrar y salir de los depósitos berlineses donde se amontonaron más de 20.000 piezas requisadas. La colección personal de Gurlitt se calcula en unos 1.000 millones de euros.
De las obras encontradas, incluso hay piezas que ni siquiera figuraban en los catálogos de artistas, como un autorretrato de Otto Dix y un cuadro de Marc Chagall (arriba), lo que convierte al hallazgo en un aporte incalculable para completar la historia del arte del siglo XX, lo que podría ser considerado un antes y después en su estudio.
Las obras son «de una calidad extraordinaria» (como «Sitting woman», de Henri Matisse, izquierda) y constituirán un valioso aporte al estudio de diversos pintores, explicó la historiadora del arte Meike Hoffmann en la conferencia de prensa. «Naturalmente es una sensación de felicidad inmensa».