Entrevista exclusiva del diario Clarín. Por Silvina Lamazares
El hombre que le canta al amor saca, el martes, Ese tipo soy yo, un disco con cuatro canciones románticas. Aquí habla de sus emociones, su infancia, el fútbol, sus padres. Las claves de un fenómeno. De chico, Roberto Carlos tuvo un accidente y perdió una pierna, pero salió adelante.
«Argentina, decime qué se siente, haber perdido la final…» El cantito se repite, casi siempre, cada vez que uno se hacer oír y responde a la pregunta de «¿Nacionalidad?». Reglas del juego, migajas que dejó el Mundial. Como si los locales no hubieran salido cuartos o si no hubieran sufrido la histórica derrota de 7 a 1 frente a Alemania, el regodeo del subcampeonato ajeno los enciende. No a todos. El hombre que desea tener un millón de amigos no se sube a ese tren. Al contrario. «Qué bien jugó la Selección argentina. Por momentos hizo muy lindo fútbol. No me perdí ningún partido», regala Roberto Carlos, de cara al mar, en el emblemático hotel Copacabana Palace, en el que un puñado de huéspedes acaba de cantar eso que él no repite. «Yo no odio a los argentinos, de ningún modo. Recibo tanto cariño de ustedes que sería un desagradecido si alimento esa rivalidad», reconoce el Rey de la música romántica, título que desde pasado mañana revalidará en buena parte de América Latina.El martes sale a la venta Ese tipo soy yo, un disco con cuatro canciones -lo que en el mercado se conoce como EP-, que en Brasil, lanzado el año pasado, se convirtió en éxito rápidamente. Una buena excusa, entonces, para que el músico que no suele dar entrevistas se abra a algunos medios del mundo. De la Argentina sólo viajó Clarín, con quien tuvo un largo mano a mano que fue de la infancia al fútbol, pasando por los sueños, el éxito, los padres, la vida.Si bien vive en un departamento de la coqueta zona de Urca, en Río de Janeiro, eligió un hotel majestuoso para charlar con la prensa. Cada uno esperó su turno en el llamado «Salón azul», con jugos de mandarina, naranja y mango, café y bocaditos, y luego tuvo, como mínimo, sus 15 minutos con cada periodista. En este caso fueron más, suficientes para tirar frases del tipo de «cuando decidí ser cantante, yo quería tener mucho éxito y un auto convertible».
¿Y cuándo los tuviste?
El éxito, bastante rápido. Yo empecé en el ‘59, a los 18 años. Y a los 22 me compré mi primer carro… bueno, auto, pero no convertible. Era un Volkswagen usado. Después compré un Volkswagen 0 y cuando cumplí los 25 ya tuve uno importado, americano, convertible.
¿Y ahí sentiste que habías llegado?
Siempre estoy llegando, porque lo que me pasa es enorme. De chico quise ser famoso, pero nunca soñé con tanto. Vivo esto con mucha alegría y agradecimiento, pero realmente no me había planteado alcanzar este punto.
¿Cómo definimos este punto?
Un largo momento de éxito y amor que recibo de todos lados, con tantos discos vendidos (ver Los números del fenómeno). Después del convertible quise el departamento y que mis canciones sonaran en las radios… Y fue mucho más que eso.
¿En dónde compraste el primer departamento?
En San Pablo. Yo vivía en Río hasta entonces y, cuando hacía el programa Joven guardia, que fue un momento muy importante de mi carrera, me trasladé a San Pablo, donde estuve 12 años. Primero vivía en un hotel y luego me mudé al departamento… departamento mío. Después volví aquí, donde estoy desde hace 30 y tantos años. Y ahora también estoy en un departamento, porque me gusta la privacidad que da.
Se casó varias veces, tuvo cuatro hijos, pero ahora cuenta que vive solo. El repaso por su mapa familiar lo lleva a recordar a sus padres: «Mamá siempre me incentivó, a pesar de que quería que yo fuera médico. Se puso muy contenta de verme triunfar. Mi padre también. ¿Sabes una cosa? El siempre tenía una fotografía mía en su cartera y, cuando no lo reconocían o tenía que presentarse, decía ‘Mira quién es mi hijo… Soy el padre de Roberto Carlos’. Era lindo eso. Me emocionaba cuando me lo contaban». Varias veces en la nota surgen los nombres -«y el agradecimiento eterno»- de Robertinho Braga y Laura Moreira Braga.»Como mi madre decía que yo iba a estudiar Medicina, me lo creía. Pero a los 9 años canté por primera vez en una radio y todo cambió. Había un programa radial en Cachoeiro de Itapemirim (estado de Espírito Santo), la ciudad en la que nací y vivíamos, y ella me dijo ‘¿Por qué no te presentás a cantar, ya que lo haces tan bien?’. Fui y fui muy aplaudido. Canté una canción en español, Amor y más amor, de Fernando Albuerne.
Pero no es una canción para un chico.
Sí, lo sé, pero ya desde esa época me gustaba escuchar canciones en español, y más las de amor. Volví a casa y le dije: «Mamá, ya no quiero ser médico, quiero ser cantante». Y ahí empezó el camino.El camino lleva 55 años de pasos transitados en distintos géneros musicales -de hecho, es uno de los referentes más importante de la llamada Música Popular, Brasileña, la MPB-, con un fuerte anclaje en las canciones románticas. El listado, interminable, incluye hits como Detalles, Amada amante, La distancia, Yo te amo, te amo, te amo y podríamos ir de acá al final de la nota sumando títulos.
Cuando uno cuenta que te va a entrevistar, siempre hay alguien que dice que se casó o que dio su primer beso con una canción tuya. ¿Se podría decir que fuiste la cortina musical de varias historias de amor?
Ay, qué lindo suena eso. De vez en cuando, la gente que tiene acceso a mí me dice ‘Uy, Roberto, me enamoré con tal tema’ y eso da una alegría inmensa.
¿Qué canciones te nombran?
Y, Detalles, Como es grande mi amor por ti y Propuesta. Es que cuando uno hace sus canciones, las suelta y la gente las usa como quiere. Y enterarme de que fui parte de sus vidas me da ánimo para seguir escribiendo y cantando.
¿Quién sería «ese tipo» del que habla tu nueva canción?
El que a toda mujer le gustaría tener. Y el que a todo hombre le gustaría ser.
¿Serías vos?
No exactamente, yo intento serlo. La letra dice que le gustaría ser el héroe de la mujer, el que la cuida, el que le da amor, cariño, protección… ¿Estás cerca o lejos de ese modelo de tipo? Estoy tratando de ser ese hombre y creo que estoy bastante avanzado. Todo hombre que ama hace estas cosas de las que habla Ese tipo soy yo. ¿Vos las has hecho? Sí, he amado mucho.Hincha del Vasco da Gama, se nota que sabe mucho del fútbol argentino: «Tengo con tu país una relación especial, porque fue allí donde empecé mi carrera en español. Hace 6 años que no voy, pero pronto estaré, seguramente. Con el público argentino y con muchos otros de Latinoamérica siento que tengo un intercambio de amor. Doy y recibo permanentemente. Me cuesta entender a los que dicen que el éxito los supera. Yo quiero seguir cantando, quiero seguir vendiendo, quiero seguir siendo feliz. Quiero hacer una canción de amor que hable del amor de una manera en la que no lo hice aún. Me gustaría decir del amor más de lo que dije hasta ahora.
¿Más? ¿Eso es posible?
No sé, pero quiero intentarlo. Cuando salgas me dices qué te parece. El amor da para mucho.